Con tan solo nueve años la pequeña Aissata presenció como un grupo de terroristas armados atemorizaron a todo su pueblo natal, Gao, en el norte de Mali, y cerraron su escuela. La pequeña tuvo que huir junto a sus padres a un lugar más tranquilo para poder continuar con sus estudios y con una vida en paz y sin miedo. "Mis padres lo perdieron todo y yo ya no fui a la escuela porque los grupos terroristas armados cerraron nuestros colegios”, nos cuenta la pequeña.
Y es que la zona norte de Mali vive desde hace años una crisis de inseguridad que provoca la huida de miles de familias con sus hijos a lugares más seguros. En Segú, una de las zonas en las que trabajamos, se contabilizan ya más de 500 mil personas desplazadas.
Aminata y su familia llegaron a la región de Mopti, una zona del centro del país donde hay relativa seguridad y donde tenemos un proyecto de acogida y escolarización para niños desplazados. Aumentamos las plazas ofertadas, mejoramos la calidad de la educación y reformamos las aulas y los baños de las escuelas de las comunidades de acogida para que tanto los niños y niñas que llegan como los locales reciban una educación de calidad y en condiciones.
"Mis padres lo perdieron todo y yo ya no fui a la escuela porque los grupos terroristas armados cerraron nuestros colegios”
Cada vez hay más demanda de plazas para escolarizar a los pequeños que acaban de llegar y poca oferta, ya que las comunidades de acogida no están preparadas para recibir a tanta población joven. El gobierno maliense no da abasto, por eso, junto con otras dos oenegés, Weworld y Rare, y con el apoyo del programa Education Cannot Wait, empezamos a trabajar en cinco regiones de Mopti, Bandiagara y Douentza durante un periodo de 3 años.
Aissata asiste con regularidad y muy contenta a la nueva escuela de la nueva comunidad de acogida en la que puede seguir con sus estudios: “He recibido material escolar como muchos otros niños desplazados", nos cuenta contenta. Muchas familias reciben un apoyo económico antes de que empiece el curso escolar para poder hacer frente a los pequeños gastos escolares.
Como Kadidia y su familia, quienes han vivido una situación muy similar a la de Aissata. Ella también estudia en la escuela de Aissata. Vivían en Youwarou, un círculo de la región de Mopti, ahora controlado por los terroristas. Antes de marcharse, sufrieron todo tipo de violencia por parte de los nuevos ocupantes de su pueblo. "Lo perdimos todo con la inseguridad. Por eso mi familia vino a Mopti", explica Kadidia.
Solo llegar fue escolarizada. Nos explica que ha recibido material escolar como una mochila y otros materiales educativos y se muestra muy agradecida: "Quiero dar las gracias a la ONG Educo porque nuestra escuela ahora es muy bonita", nos cuenta Kadidia.
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