La llegada de la pandemia del coronavirus y con ella la paralización de todas las actividades, en especial, el cierre de las escuelas, nos ha obligado a poner en marcha distintas estrategias para conseguir que los niños y niñas no detengan su formación. Porque como nos decía un niño de Bangladesh, que dio título a la encuesta global en la que participó junto con otros casi 5.000 niños y niñas de 10 países de Asia, África, Europa y América para conocer cómo han vivido las consecuencias de la pandemia y en especial el cierre de los colegios: “La escuela está cerrada, pero ¡el aprendizaje no!”.
Los niños y niñas más vulnerables, como los que se encuentran en riesgo de pobreza, quienes han tenido que desplazarse o migrar a otro país, o los que viven en comunidades muy alejadas y de difícil acceso, aún lo tienen más complicado para seguir las clases. Sin hablar de las niñas, que son las encargadas de cuidar de sus familiares enfermos. En estos casos, está claro que la educación a distancia a través de internet no es la solución, ya sea porque no tienen acceso, porque no tienen equipos o no están en situación de seguir la formación ya que sus padres tiene un bajo nivel educativo y no pueden acompañarlos. Es el caso de Burkina Faso, donde había que encontrar una alternativa para no detener la educación de estos niños.
Y la encontramos. Si los niños no pueden ir a la escuela, que la escuela vaya a sus casas. ¿Cómo? A través de la radio. Como parte de las actividades del proyecto La educación no puede esperar, hemos entregado a niños y niñas de familias muy vulnerables transistores de radio para que, a través de tres emisoras locales de la provincia de Yatenga y Souro a las que hemos formado para que impartan cursos en antena, los niños puedan continuar con su educación.
Además, también se emiten distintas formaciones de sensibilización para las familias sobre cómo prevenir la COVID-19 y mensajes de apoyo psicosocial tanto a padres como a niños.
Así pues, a la espera de que se reinicien las clases presenciales, nuestro equipo de Burkina Faso, en colaboración con las personas que se dedican al sector educativo, han entregado 8.000 transistores a niños, niñas y familias asegurando la continuidad de la educación de la infancia burkinesa, a pesar del coronavirus.
Burkina Faso , coronavirus , educación a distancia , educación online , pandemia
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