Llegas a mayor y todavía recuerdas con nostalgia y cariño a aquellos primeros amigos del cole. Los echas de menos y los buscas en Facebook. Puedes considerarte muy afortunado si aún conservas a alguno. Después del "amor de madre" y el "amor verdadero" pocas cosas debe haber más mitificadas que la amistad, sobre todo durante la infancia. Todos recordamos alguna escena en alguna película en la que los protagonistas, de diez años, juran que serán amigos para siempre. ¿Quién no se acuerda de 'Los Cinco' o de 'Los Goonies'? ¿Hay alguien que no sea fan de 'Friends'? Los amigos son importantes, importantísimos.
Durante la juventud y después, cuando ya tienes tu propia familia y los lazos familiares de la niñez se han debilitado, tener amigos es, no sólo una alegría, sino directamente un pase para la felicidad y la salud mental. "Solo no puedes, con amigos sí", decían en la Bola de Cristal cuando éramos pequeños. Dicen las malas lenguas que con amigos nadie necesita psicólogos. Y tienen razón. Un café con una amiga equivale a diez horas de terapia, por lo menos.
La amistad es buena para la salud, sobre todo porque el ser humano es un animal social, necesita relaciones, vive relacionándose. Los amigos de verdad están ahí en los peores momentos. Y como dice Ringo Starr "lo supero todo con un poco de ayuda de mis amigos".
Tu tienes un amigo
Nada que no supiera ya cualquiera de nosotros, aunque siempre está bien que nos lo demuestre la ciencia. Un estudio recién publicado en
Pediatrics, la revista de la
Academia Americana de Pediatría, asegura que tener amigos que te quieran incondicionalmente es bueno para tu autoestima, sobre todo si eres un preadolescente o adolescente un poco revolucionado, aunque es muy probable que aplique a todo el mundo.
El estudio, que se ha realizado con estudiantes de entre 11 y 15 años, demuestra que
la amistad incondicional mejora la autopercepción de los niños, incluso cuando sacan malas notas o no les va bien en el colegio. Ser amado y valorado por uno mismo es la mejor medicina para un montón de cosas, ser reconocido es imprescindible para el ser humano. El estudio encontró que
los niños con malas notas tenían menos problemas de autoestima si contaban con buenos lazos de amistad.
Hace unos años que se ha instaurado en los colegios una nueva moda pedagógica que separa a los amigos cada vez que cambian de ciclo, para que socialicen. El planteamiento, que pretende prevenir casos de abuso o relaciones desiguales entre niños (niño tímido que se "pega" a otro más atrevido) o malos comportamientos tiene su lógica, pero quizás habría que reducirlo a casos problemáticos y, por supuesto, analizarlos con lupa. Porque la ciencia tal vez nos está diciendo que no lo estamos haciendo del todo bien.
¿Cómo fomentar los vínculos de amistad?
Plantear en el colegio que no queremos que separen a nuestros hijos de sus mejores amigos es el primer paso para fomentar los vínculos de amistad en la infancia.
Es en el cole donde pasan la mayor parte del tiempo y será allí donde encuentren con más frecuencia a sus mejores amigos. Entablar relaciones cordiales con los padres, intentar conocerlos, abrirse un grupo de Whatsapp, todas estas cosas ayudan a mantener relaciones entre los niños. Hacer grupos de estudio en casa, invitar a sus amigos a fiestas de pijamas, dejar que tus hijos vayan a casa de sus amigos, mantener el contacto aunque ya no vayan a la misma clase. Hay muchas cosas que pueden hacerse para que tus hijos pasen mucho tiempo con otros niños, que es el mejor truco para tener amigos. El roce hace el cariño.
Crear lazos con tus iguales no sólo sirve para jugar o divertirse, sino que te prepara para construir relaciones adultas igualitarias y saludables. Y mejora la autoestima y por tanto previene o reduce muchos trastornos emocionales o psicológicos. Y los amigos de la infancia se recuerdan toda la vida, con Facebook o sin él.
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Phillipe Putt,
Jeff Dunfrey.
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