"Cuando quería hablar de la menstruación con mis vecinas jóvenes, muchas solían decirme cosas malas. Ahora puedo hacerles entender que es normal hablar de este tema y ser conscientes de que hay que hacerlo por salud e higiene", nos explica Jannatul.
Y es que hablar del proceso de la menstruación en un campo de refugiados no es tarea fácil. Esta joven vive en el campamento más grande del mundo, Cox’s Bazar, ubicado en Bangladesh. Llegó con su familia hace casi 6 años, huyendo del genocidio étnico contra los rohinyás que se estaba cometiendo en su país natal, Birmania.
"En nuestra cultura hay muchos conceptos erróneos, como que las niñas cuando tienen el periodo no pueden salir de casa, ducharse, ir a la cocina, ni a la escuela. En este sentido, he podido inspirar y motivar a las niñas de la comunidad para que vivan este proceso con normalidad, sin aceptar las diversas supersticiones de la sociedad. Me esfuerzo por transmitirles el mensaje de que la menstruación no es algo secreto, es un proceso corporal natural y saludable", nos cuenta la joven Jannatul.
Ella forma parte del Club de adolescentes a los que nuestra ONG Educo formó hace un año en el mismo campamento. Un grupo joven que se compromete con la gente de su edad y que busca proteger, prevenir y dar una respuesta humanitaria en contextos difíciles, como es su caso. “En el club aprendí cómo gestionar y cuidar mi higiene cuando estoy menstruando ya que, en nuestra sociedad, tener la regla se considera un tabú. Nunca oí a mi madre ni a mis hermanas hablar de ello. Ahora imparto sesiones sobre higiene menstrual a otras niñas de mi comunidad porque quiero que todas ellas estén sanas", cuenta la joven.
Llegamos hasta la familia de Jannatul al visitarlos en su domicilio, y permitieron que se uniera al Club tras conocer los objetivos y las actividades. La joven asistió a diferentes sesiones sobre protección infantil, violencia de género y cambio climático, y también participó en actividades recreativas con otros compañeros al aire libre, algo que no tuvo la oportunidad de hacer cuando empezó a vivir en el campamento.
Actualmente, Jannatul es una de las más activas del Club, pues organiza y facilita sesiones de orientación, campañas de concienciación y reuniones mensuales. En cada sesión, los miembros del club, incluidas las niñas de la comunidad, conciencian a otros jóvenes que aprenden más sobre los derechos de la infancia y sobre cómo protegerse. Además, movilizan a sus vecinos a través de diferentes actividades.
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