Maracabac es una pequeña y tranquila aldea de la región de Bicol, en Filipinas, donde viven unas mil personas, la mayoría de ellas niños, niñas y jóvenes. Aquí es donde nació Mary Charisse hace 12 años. Como su aldea, era una niña pequeña y tranquila: “Yo era muy tímida”, afirma. Pero ahora puede decir que
con solo 12 años ha llevado las voces de los niños y las niñas desde Maracabac hasta una cumbre nacional.
Según cuentan, el pueblo fue una vez un paisaje de grandes árboles cruzado por un río. Pero el río y los árboles se secaron. Y así, los primeros colonos comenzaron a llamar a este lugar Maracabac, una combinación de dos palabras dialectales: mara, que significa seco, y bakbak, que significa jirón. En la actualidad, al menos el 65% de la tierra de Maracabac se dedica al cultivo de arroz y coco.
En Castilla, el municipio al que pertenece Maracabac, alrededor del 30% de la población vive en condiciones de pobreza.
Mary Charisse (izquierda) durante la Cumbre Nacional contra la Explotación Sexual de la Infancia.
Entre 2017 y 2018 Educo impartió formación entre la población de Maracabac sobre los
derechos y responsabilidades de la infancia y sobre parentalidad positiva en la familia. En las sesiones de formación para los niños y las niñas se trataron temas sobre cómo protegerse a sí mismos frente a la violencia, cómo organizarse para reclamar sus derechos y cómo ejercer el liderazgo infantil, entre otros.
Charisse, apadrinada desde el inicio de la escuela primaria, mostró un gran entusiasmo al participar en estas formaciones. Como miembro del Gobierno estudiantil de su escuela,
trasladó todo lo aprendido sobre liderazgo infantil a cientos de otros niños y niñas de su comunidad. “Me di cuenta de que me gusta ayudar –cuenta Mary Charisse–, y quiero compartir con los demás lo que ahora sé”.
“
Estamos muy orgullosos de ella –dice su madre, que trabaja como secretaria municipal–, incluso ha participado en muchos concursos de Matemáticas, Arte y Ciencias en Bícol. En la escuela y la aldea están muy contentos porque… ¡nunca vuelve a casa sin un premio!”. La madre de Mary se sintió tan motivada por su hija que volvió a estudiar y ahora está preparando los exámenes para ser profesora.
Mary Charisse y su madre frente al ordenador.
Después de formarse como líder infantil, Charisse
tuvo la oportunidad de representar a los niños y las niñas de su región en la Cumbre Nacional contra la Explotación Sexual de la Infancia que tuvo lugar el pasado octubre en Cebu, el centro económico más importante de Filipinas después de Manila. Allí, junto a un centenar de niños y niñas provenientes de todo el archipiélago, identificaron y propusieron soluciones para proteger a la infancia de los riesgos de Internet.
“Ser líder infantil significa ayudar a otros niños y hace que me sienta muy bien”, dice Charisse mientras se lleva la mano al corazón recordando todas las actividades que hizo con Educo. Ayudar a los demás es tan importante para ella que
en el futuro quiere ser médica. De momento, ejerce de magnífica líder infantil en la pequeña y tranquila aldea de Maracabac.
Mary Charisse comparte lo que ha aprendido con otros niños y niñas de su comunidad.
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