Fahima hoy tiene 19 años, pero cuando era tan solo una niña se le presentó una oportunidad que no dudó en aprovechar. Ella es el claro ejemplo de que el éxito en la vida no llega de la noche a la mañana, de que cuando tienes un golpe de suerte te tiene que coger con la actitud y la plena disposición para sacarle todo el provecho posible.
A esta joven que ahora trabaja en nuestro equipo de apadrinamiento la conocimos cuando era tan solo una niña y tuvimos la oportunidad de apadrinarla. Su familia se dedicaba a la agricultura y sus ingresos eran tan ínfimos que no les permitía costear la educación de sus hijas. Pero el padre de Fahima escuchó que había una escuela en la que la educación era gratuita y se acercó a nosotros para ver si sería posible que admitiéramos a sus hijas.
Tras entrar en la escuela, las dos hermanas recibieron el apoyo que necesitaban y que su familia no les podía ofrecer: les entregamos los uniformes escolares, el material escolar indispensable y también el desayuno diario para que pudieran seguir las clases concentradas sin que les faltase energía. A Fahima le encantó su escuela y la manera en la que sus profesores les enseñaban las lecciones, siempre con alegría y con mucha delicadeza.
Pronto se dio cuenta de que ella quería seguir estudiando y aprovechar todas las oportunidades que se le presentaran, por eso también participaba en varias actividades que entraban en el currículum escolar, como danza, canto, dibujo o competiciones deportivas que se celebraban año tras año: "Educo ha sido una gran bendición para mí y para mi familia. Con la oportunidad que me dio para seguir estudiando me abrió un mundo de posibilidades. De lo contrario, hubiera sido imposible continuar mis estudios".
Por eso, esta joven entusiasta terminó sus estudios de primaria y continuó en la secundaria gracias a una de las becas Ella que otorgábamos en Bangladesh. Hoy, compagina sus estudios con el trabajo en Educo con el que cobra una pequeña cantidad que le ayuda a mantener a su familia. Está muy orgullosa de formar parte del desarrollo de su propia comunidad: "Ahora trabajo con Educo, contribuyendo a cambiar la vida de los niños y niñas como Educo cambió la mía".
Fahima se muestra muy agradecida con la gente que la apoyó en su educación y tiene claro que quiere seguir estudiando para cumplir su sueño: ''Quiero ser policía y servir al país después de terminar mis estudios''.
Bangladesh , Becas Ella , educación , oportunidad , Pobreza , Pobreza infantil
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