Bolivia está viviendo la peor sequía desde la década de 1980 y que sus consecuencias ya
están afectando a los niños y niñas del país, que tienen muchas dificultades para conseguir agua para su consumo y uso diario. Nuestro director en el país, Lorenzo Leonelli, explica que a causa de la sequía “
hay más niños y niñas con infecciones intestinales. La escasez de agua ha provocado una reducción de los niveles de higiene en la manipulación de alimentos y eso, a su vez, ha incrementado el riesgo de enfermedades gastrointestinales”.
El pasado mes de noviembre, el gobierno de Bolivia declaró la
emergencia nacional por la escasez de agua. La fuerte sequía, consecuencia del fenómeno del Niño y del cambio climático, está causando estragos en las principales ciudades del país, como Oruro, Potosí, Cochabamba, Sucre o La Paz. Solo en esta ciudad, unas 256.000 personas están afectadas por el racionamiento de agua. Leonelli advierte que “los conflictos entre vecinos para acceder a los tanques de agua en algunos barrios de La Paz son situaciones de tensión y violencia que pueden afectar a las poblaciones más vulnerables, como los niños y niñas”.
Trabajamos en el país desde 2009, en las zonas que actualmente tienen graves problemas de abastecimiento de agua, donde
atendemos a más de 24.000 niños, niñas y jóvenes, con proyectos que garantizan su educación, salud y seguridad, para que no se conviertan en víctimas de la violencia sexual o la explotación laboral.
Por este motivo te recordamos
la importancia de las donaciones y los apadrinamientos para continuar con nuestra tarea en el país, especialmente en unas condiciones tan adversas como esta sequía.
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