La sonrisa de Shamima

Shamima estudia quinto en la escuela de Setubandhan de Educo en Narayanganj, cerca de Dhaka, la capital de Bangladesh. Quiere ser artista y va por buen camino, a pesar de las dificultades que encuentra en su vida y la situación de pobreza en la que vive su familia. En abril ganó el concurso de arte del Año Nuevo Bengalí 1425, un evento organizado por la biblioteca pública de su distrito, Narayanganj el pasado 14 de abril. Este concurso es una de las actividades que promovemos desde Educo en las escuelas de Bangladesh para mejorar la participación infantil a través de la creatividad. Como parte del trabajo escolar, animamos a los niños y niñas de nuestras escuelas a participar en concursos, tanto internos como externos, de arte, redacción, literatura, publicación de revistas escolares, programas deportivos, poemas, debates, etc. Al igual que los alumnos de las escuelas de Educo, otros niños y niñas de muchas otras escuelas concursaron junto a Shamima. Nuestras escuelas se encuentran principalmente en áreas remotas y rurales donde los niños se ven privados de muchas oportunidades, por lo que fue un trabajo muy duro para ella competir con los otros niños de las áreas urbanas que también se presentaron al concurso. “Me gustaría ser artista”. Shamima recibió el premio con una sonrisa y, ante las autoridades del distrito y representantes de diversas instituciones, ONG, docentes y miembros de la sociedad civil, expresó su deseo de dedicarse al arte en el futuro y reclamó más apoyo: “Si tuviéramos un maestro especializado podríamos aprender mucho y preparar mejor nuestros trabajos de arte. Agradecemos esta oportunidad, que nos permite mostrar nuestra creatividad”. Educo trabaja en Bangladesh desde 1999. Actualmente llevamos a cabo programas en más de 100 escuelas, tanto en comunidades remotas urbanas como rurales. Educo tiene como objetivo garantizar que los niños tengan acceso a una educación segura y de calidad y que conozcan sus derechos y estén protegidos del abuso y la explotación. Queremos que los niños crezcan sanos y que tengan acceso a agua potable y saneamiento. Cada año atendemos a alrededor de 16.000 niños y niñas como Shamima que crecen como ciudadanos activos del mundo.

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