Una lámpara solar puede asegurar que un niño o niña siga en la escuela

En Benín no es fácil ni estudiar ni terminar los estudios, especialmente si naces niña. Según datos de UNICEF, solo se matricula el 50% a la educación primaria. Un porcentaje que demuestra que se niega el derecho a la educación a la mitad de la población femenina en edad escolar. Y no solo eso, sino que la mayoría de los alumnos que se matriculan, tanto niños como niñas, abandonan la escuela antes de concluir el ciclo primario. 

Los problemas que hacen que un niño abandone la escuela son diversos, y algunos de muy difícil solución. Pero hay otros, como la falta de luz para estudiar, que pueden solucionarse simplemente con el hecho de poder disponer de lámparas solares.  

Es el caso de Fousseninatou, que estuvo a punto de tirar la toalla. Pero no lo hizo. Tiene 14 años y estudia tercer grado. En su pueblo natal no tienen electricidad, y solo algunos afortunados han podido instalar paneles solares para tener luz cuando el sol se esconde, pero no era su caso.  

Ella misma nos cuenta cómo una lámpara solar marcó la diferencia durante el camino de piedras que ha empezado a caminar, y que está decidida a recorrerlo hasta el final:  

“Educo me entregó una lámpara solar y con ello me volví libre e independiente. Gracias a este regalo, puedo hacer mis deberes en casa cuando el sol se pone. Así, he aprobado el examen final con un 14 sobre 20, lo que me permitirá cursar cuarto grado.  

Quiero dar las gracias a Educo porque sin esto, tal vez ya estaría casada y sin la posibilidad de ir a la escuela.

Necesitaba estudiar de noche, pero me era imposible porque no había luz y no podía conseguir ni una lámpara prestada. Por eso, llegaba a la escuela muy temprano, por la mañana, mucho antes que mis amigos, para poder hacer los deberes con los primeros rayos de luz solar. Hacía una lectura rápida antes de que empezaran las clases, pero ni así lograba estar al nivel de mis compañeros, y eso me hacía sentir muy mal porque no había podido estudiar el día anterior.  

Gracias a la lámpara solar que me han entregado ahora puedo leer y estudiar cuando yo quiero. Todo lo que tengo que hacer es ponerla a cargar durante el día al sol y así por la noche tengo unas horas de luz que me permiten completar mis deberes. Ahora en la escuela estoy tranquila porque he podido hacer mis tareas y disfruto estudiando las lecciones.  

Quiero dar las gracias a Educo porque sin esto, tal vez ya estaría casada y sin la posibilidad de ir a la escuela”.  

Hay regalos que marcan la diferencia, y tú puedes hacer uno a un niño o niña de los países en los que trabajamos. Solo tienes que entrar en nuestra web y decidir cuál de ellos eliges. ¿Te animas?

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