Es una realidad que el modelo de familia tradicional al que estamos acostumbrados - padre, madre y un par de hijos -, está siendo superado a marchas forzadas por la realidad. Familias reconstituidas en la que los miembros adultos tienen hijos de anteriores relaciones y a veces descendencia en común, padres y madres divorciados, parejas gays o lesbianas y madres solas son cada vez más comunes en nuestra sociedad.
Las familias son cada vez más diversas y la gente se va acostumbrando a la diversidad, ya no hay nada de malo en ser hijo de madre soltera pero a pesar de que el número de familias monomarentales crece cada año y que cada vez son más las mujeres que deciden ser madres en solitario, enfrentarse a la maternidad en soledad sigue teniendo algunas desventajas.
El estrés es un mal compañero y no hay duda de que las madres que crían en solitario se llevan un plus de estrés que no es bueno para ellas ni tampoco para sus hijos. La crianza, la casa y los problemas económicos pueden colocar a las madres solas justo al borde de un ataque de nervios. Y eso tiene sus riesgos.
Según un estudio realizado con mas de 18.000 mujeres europeas y estadounidenses las madres solas trabajadoras tienen mayor riesgo de infarto y de enfermedades cardíacas que las que no trabajan o viven en pareja, colocando al estrés económico como uno de los factores más importantes en este tipo de patologías, un riesgo mayor si además la madre vive en el citado país de Norteamérica, donde llega a triplicarse.
Los investigadores aseguran que las políticas de apoyo a la maternidad de los países europeos estudiados podrían ser la causa de estas diferencias, pero aún así, las madres solas trabajadoras europeas tienen 1,4 veces más riesgo de infarto que las que están casadas.
No hay trabajo más estresante y agotador que ser madre. Las madres no tienen vacaciones ni fines de semana, dormir una noche entera suele convertirse en una utopía en el momento en que te conviertes en madre. Hay que tener en cuenta que el trabajo de las madre no está remunerado y permanece invisibilizado y no reconocido todavía hoy y que si la sociedad sigue funcionando es porque hay mujeres cuidando de otros gratis. Si a esto añades los problemas financieros de sacar adelante una familia en soledad y con todas las desventajas que supone ser madre en el mercado laboral, el cóctel está servido.
Las madres también necesitan que se las cuide. Buscar redes de apoyo es la primera tarea de toda mujer que decida ser madre sola, o se quede sola en la maternidad por el camino. Amigas, vecinas, parientes..., las redes de mujeres son el mejor sostén para la maternidad, el ser humano es el único primate que necesita ejercer la maternidad de forma cooperativa.
Vía: Healthday Derechos de fotografía: dickdotcom, Alex Bellink
estrés , Salud , salud materna
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