Con la vuelta al cole vuelven los problemas con las mochilas escolares. Es una realidad que las mochilas escolares en muchas más ocasiones de las que nos gustaría pesan mucho más de lo que deberían.
Según los pediatras el peso de una mochila escolar no puede superar el 15% del peso del niño que la lleva. Sin embargo, todos los padres hemos comprobado más de una vez que la mochila de nuestro hijo pesa mucho incluso para nosotros. A esto se le añade que en muchas ocasiones los niños no tienen que llevar una única mochila, sino que además, van cargados con las equipaciones deportivas de piscinas o actividades extraescolares, o incluso y dependiendo del día, las dos cosas a la vez. Si el cole es moderno puedes tener que añadir a esto el transporte del ordenador portátil, arriba y abajo todos los días de la semana.
La conclusión es que a veces miramos a nuestros hijos y más bien parecen los pobres mulas de carga y los sustos cuando te llega el horario escolar a principios de septiembre y compruebas a que a tus dos vástagos les coincide la piscina con la extraescolar de fútbol y que para colmo coinciden entre ellos te pueden quitar años de vida. En algún momento he llegado a pensar en agenciarme un carro de supermercado para poder llegar al cole, que ir al cole andando es sanísimo, pero no es tan sano cuando pareces un sherpa a punto de escalar el Himalaya. Añade a esto que haga una buena ola de calor o tengas que ir forrado por culpa del frío. Llegar al colegio con tanto material escolar puede ser una odisea.
Como decíamos, los pediatras recomiendan que las mochilas escolares no superen un 15% del peso del niño. Esto quiere decir que para un niño de 20 kilos la mochila no puede superar los 3 kilos. Y eso tirando por lo alto.
Según los estudios, las mochilas de los niños de 10 años pesan unos 7,5 kilos, superando bastante el límite de peso recomendado. Las consecuencias de llevar tanto peso son por supuesto musculares, dolores de espalda, contracturas...el problema principal es que los niños están precisamente desarrollando todo el esqueleto y por tanto el sobrepeso de las mochilas puede tener consecuencias a largo plazo.
¿Y qué podemos hacer?
Los padres podemos hacer bastante poco, además de cargar nosotros con las mochilas todo el trayecto que podamos, nos podemos asegurar que la mochila es de buena calidad, con tirantes anchos, almohadillados y regulables y que el niño aprenda pronto a colocársela correctamente. Ayudarle a preparar la mochila la noche de antes no solo sirve para asegurarnos de que lo lleva todo, sino también para asegurarnos de que no lleva más de lo necesario. Las mochilas con ruedas pueden ser una buena opción si después en el colegio el niño no tiene que subir muchas escaleras, aunque tirar de mucho peso tampoco es saludable.
Y como todo lo relacionado con los niños, el tema de las mochilas también precisa de una intervención a escala social. Instalar taquillas y cajoneras grandes en los colegios y sobre todo, reducir el número de libros de texto, escoger editoriales que dividan las materias en cuadernillos por trimestre y reducir la cantidad de deberes para casa, aligera bastante el tema del peso de las mochilas. En la era de internet, ir cargando con libros es un poco atraso. Y encima produce dolor de espalda.
Este mes te animamos a que nos cuentes cuánto pesa la mochila de tu hijo. ¿Nos mandas una foto?
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Kanko,
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