Como les sucede a muchas niñas de todo el mundo, a Vilma la vida no se lo ha puesto fácil para lograr su propósito de vida. Sus padres se separaron cuando ella era solo un bebé y su madre emigró para buscar empleo en otro país, del que nunca regresó y en el que formó su nueva familia. Así que Vilma se quedó a cargo de sus abuelos.
Pero gracias a su esfuerzo diario, sus ganas de aprender y el apoyo de una beca Ella, esta joven guatemalteca trabaja duro día tras día para llegar a la universidad:
“Desde los 6 años vivo con mis abuelos, crecí con mi mamá, pero al poco tiempo ella emigró a otro país. Mis abuelos son los que me han cuidado desde pequeña. Cuando comencé la escuela, mi principal apoyo lo tuve en mi abuelita. Ella es quien me ha ayudado económicamente para seguir estudiando. Antes que me dieran la beca en Educo fue muy difícil sufragar los gastos de mis estudios porque el único ingreso que tenemos en la casa lo obtenemos a través de una pequeña granja familiar: contamos con unas gallinas, dos vaquitas, cerditos y algunos pavos.
Ahora que cuento con la beca, ha sido un gran apoyo. Lo que recibo me sirve para pagar el transporte cuando voy al instituto. Cuando voy a estudiar camino al menos unos 15 minutos, luego debo tomar un bus para llegar al instituto y tengo un gasto diario aproximadamente de 10 quetzales, además tengo que comprar cuadernos, mochila, el uniforme y el pago de la mensualidad que gracias a la beca es una gran ayuda para mí y para mi abuela porque ella ha sido como mi madre y mi soporte.
Todos los días ayudo a mis abuelos a pastorear las vacas, a hacer la comida a los cerditos y las aves, también ayudo a mi abuelita a hacer la comida porque por la edad de ella ya no tiene la misma fuerza como antes. En las tardes voy a estudiar y por las noches antes de ir a dormir lo dedico a hacer mis tareas de la escuela. Mi abuelita me dice que siga luchando en la escuela, que valore la beca que me dieron.
A mí me gusta estudiar, porque creo que en el futuro me va a ayudar a obtener un buen empleo. Quiero graduarme de maestra, después, quiero seguir en la universidad, aunque todavía no tengo una carrera universitaria en mente, pero me interesa seguir preparándome.
Pienso que las niñas deben estudiar, porque muchas veces los padres creen que no deberían hacerlo solo por ser niñas. De hecho, tuve compañeras que ya no siguieron estudiando y es una lástima. Cuando sea grande quiero apoyar a mi comunidad para que las niñas puedan seguir estudiando y me gustaría buscar apoyo para que las madres también puedan animar a sus hijas a continuar con sus estudios. Mi mensaje a las niñas es que luchen por sus estudios si tienen el apoyo de sus padres. Estudiar permite encontrar un buen trabajo”.
Becas Ella , derechos de las niñas , educación , Guatemala , Igualdad
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