Jesmin Akhter siempre sintió la vocación de ser maestra pero su familia quiso que dejara los estudios para casarse y formar una familia, tal como marca la tradición. Ella se negó y con el apoyo de sus profesores en la escuela de
Educo consiguió convencer a sus padres de seguir estudiando. Hoy es profesora en una de nuestras
escuelas para niños trabajadores de Korail, el mayor suburbio chabolista de
Dhaka (Bangladesh).
Jesmin tiene tres hermanas y un hermano. Su padre era conductor de
rickshaw (bicicleta con remolque para el transporte de personas o mercancías) y su madre trabajaba en una fábrica textil. Dada la precaria situación económica de la familia, y como muchos otros niños de su entorno, Jesmin tuvo que trabajar desde pequeña dando clases extraescolares para aportar algo de dinero a casa.
Al acabar la primaria siguió estudiando en una escuela de secundaria del gobierno gracias a una
Beca ELLA de Educo. Ahora, además de ejercer de maestra, está cursando su último año de empresariales en la universidad y es el principal sustento de su familia, ya que sus padres, ya mayores, no pueden trabajar.
Cuando acabe, le gustaría seguir haciendo lo que hace ahora, enseñar, un sueño que tiene desde niña. A poder ser en las escuelas de Educo que tanto le han ayudado. Dice sentirse en deuda con la organización, y
quiere ayudar a los niñas y niñas que están en una situación muy similar a la que ella vivió para que en el futuro logren llegar al menos donde ella ha llegado.
Jesmin posa en una de las aulas de la escuela de Educo donde trabaja
Las cosas van cambiando
Su caso no es habitual. La mayoría de sus amigas se han casado y han dejado los estudios para ocuparse de su marido y sus hijos. Otras abandonaron las aulas para trabajar. Los pocos amigos que continúan estudiando son en su mayoría excompañeros de las escuelas de Educo. Poco a poco, nos explica, "las cosas van cambiando" en el país.
Las comunidades más pobres y las familias se han dado cuenta de la importancia de la educación.
Estos alumnos que consiguieron acabar sus estudios son un ejemplo para sus vecinos. Son
historias de éxito. Niños y niñas que no tenían oportunidades de salir de la situación de precariedad en la que vivían y que gracias a la educación han mejorado su calidad de vida y la de sus familias.
Jesmin no se marcha sin antes dejar claro que para ella, literalmente “
Educo lo es todo” en su vida, que sin la oportunidad que se le brindó para estudiar ella no estaría en esta situación y probablemente engrosaría el grupo de niños y niñas que tienen que dejar la escuela para trabajar o casarse.
“Gracias a esta oportunidad he podido cumplir mi sueño de llegar a ser maestra y
enseñar a los niños y niñas que pueden conseguir lo que quieran mediante la educación. Yo motivo a mis alumnos para que sigan estudiando”.
Alumnos de la escuela de Educo en Korail, el mayor slum de la capital bangladesí.
Bangladesh
,
Becas Ella
,
Dacca
,
Dhaka
,
Educación infantil
,
Escuelas Educo
,
niños trabajadores
,
slums
,
working children