Lo que dice la ciencia de los primeros años

Padres, cuidadores y educadores, desde siempre, lo hacen de manera intuitiva. Cuando son bebés, les mimamos, les besamos, les hacemos sonreír y les estimulamos con juegos y juguetes. Pero ahora, gracias a los nuevos estudios neurológicos, los expertos aseguran que las primeras experiencias de un niño afectan su desarrollo físico, cognitivo, emocional y social en el futuro de manera crítica. Sabiendo la importancia que tiene lo que hacemos con nuestros hijos, desde que nacen, hay toda una serie de cosas a tener en cuenta para que tengan un impacto directo de cara a su bienestar y futuro. Hoy, en Cuaderno de Valores te contamos las claves a tener en cuenta y cosas que se pueden hacer en casa y gratis.

Ahora sabemos que los bebés no solo duermen y comen sino que comienzan a aprender cosas desde muy temprano desde los periodos prenatal. Por eso es importante invertir tiempo de calidad en ellos para asegurarnos de que crezcan de manera saludable.

Lejos de pensar que por sus mentes no pasa nada y hay que esperar a que vayan al cole para empezar a aprender sobre el mundo, ahora sabemos que prácticamente todo lo que aprenderán después se decide cuando aún están en el vientre de la madre hasta los cuatro y cinco años.

Actividades de estimulación que se deben hacer en casa

Ahora se sabe que la leche materna no solo es mejor para el bebé en cuanto a nutrición, sino que alimenta su cerebro. Gracias a los ácidos grasos de la leche materna, las neuronas de nuestros hijos se conectan entre sí.

Demostrar amor hacia nuestro bebé, dándoles besos, abrazos y caricias no solo es bueno y positivo sino que todas estas acciones despiertan unos receptores externos, que le ayudan a entender el mundo que le rodea. Los bebés necesitan ese contacto para sentirse seguros e incluso para dormir mejor.

Desde que nacen, solemos hablarles, cantarles y ponerles caras para conseguir esa sonrisa o reacción. Ahora se sabe científicamente que es necesario esa primera comunicación. Es más, los expertos dicen que habría que retransmitirles todo lo que ocurre. Es decir, cuando se le cambia el pañal por ejemplo, habría que explicarle la acción que se está realizando. “Ahora, te voy a cambiar el pañal para que estés limpio y huelas bien. Mira, te estoy quitando el pañal y ahora te voy a limpiar con esta toallita…. “ De esta manera, no solo les ayudamos a descubrir el mundo sino que van escuchando nuevas palabras y anticipando lo que va a ocurrir. Todo esto les proporciona la seguridad que necesitan tanto a nivel emocional como neurológico.

Estimularles desde bebés también ayuda a generar esas conexiones cerebrales. Estirarles los bracitos y las piernas, ponerles boca abajo, boca arriba y hacer movimientos laterales son algunas de las actividades de estimulación que necesitan. No se trata de tenerles estimulados de manera constante ni mucho menos hablarles alto, lanzarles al aire ni zarandearles. Toda actividad que hagas con tu bebé debe realizarse con calma y cariño.

También hay que generar momentos que relajan al bebé a través del balanceo, movimientos rítmicos, un masajito suave acompañado de susurros o canciones de cuna.  Si quieres saber cómo continuar esta importantísima labor con tu hijo de más edad, no dudes en consultar esta página web.

Desde Cuaderno de Valores, te recomendamos que leas las sugerencias de estimulación propuestas por UNICEF, y pongas en práctica las distintas actividades para cada edad incluidas aquí.

No dudes en escribirnos para compartir tus experiencias con nosotros  y nuestros lectores.

Derechos de Imágenes: Oakley Originals, Thomas Sauzedde

Actividades , aprender , ciencia , educar , enseñar , habilidades , neurociencia