Ni un paso atrás: los derechos de las niñas no pueden retroceder

Ni un paso atrás: los derechos de las niñas no pueden retroceder

marzo 07, 2025

Mañana, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer, y desde nuestra ONG Educo queremos alzar la voz por las niñas de todo el mundo. Niñas que tienen derechos y que merecen crecer con dignidad, seguras, educadas y sanas.

Sin embargo, los derechos que deberían ser inalienables e irrenunciables están en peligro. El derecho a la vida, a la alimentación, a la salud y a la educación son fundamentales, pero vemos cómo, en distintos lugares del mundo, pueden perderse de un día para otro. En este 8M, desde Educo, denunciamos estos retrocesos y reafirmamos nuestro compromiso: educar cura. 

El derecho a la educación: un derecho no garantizado 

manifiesto-educo.JPG

La educación es clave para que las niñas puedan construir su futuro, pero en demasiados contextos es lo primero que se pierde en medio de los conflictos y las crisis. Hoy vemos con alarma que en Gaza, en Ucrania y en Afganistán las niñas han dejado de ir a la escuela, y con ello se les niega no solo el conocimiento, sino también la posibilidad de un futuro mejor. 

En Gaza, la infancia vive bajo el horror constante de la guerra. Escuelas bombardeadas, niñas y niños desplazados, profesores y profesoras asesinados y una generación entera marcada por la violencia. En un solo instante, la educación deja de ser una prioridad cuando la supervivencia se convierte en la única preocupación. Sin embargo, sin educación, no hay reconstrucción ni esperanza. 

En Ucrania, cientos de miles de niños y niñas se han desplazado a otras zonas más seguras del país o se han refugiado en otros países. Muchas escuelas han sido destruidas y la educación se ha vuelto inestable, con clases interrumpidas por alarmas de ataque aéreo y niños aprendiendo en refugios. Para las niñas, la situación es aún más crítica: los desplazamientos las exponen a un mayor riesgo de violencia y abuso. 

En Afganistán, el retroceso es devastador. Las niñas han sido excluidas de la educación secundaria y superior por decreto. Un derecho fundamental les ha sido arrebatado sin que el mundo pueda hacer nada para impedirlo. Sin acceso a la educación, millones de niñas ven coartadas sus oportunidades y son forzadas a matrimonios precoces o a depender de otros para su supervivencia. 

Derechos que no pueden depender de decisiones políticas o de la inestabilidad geopolítica 

No podemos permitir que los derechos de las niñas sean moneda de cambio o dependan de cambios políticos y conflictos armados. El derecho a la vida, a la salud, a la alimentación y a la educación no pueden depender de la voluntad de un gobierno o de la estabilidad de una región. Son derechos universales que deben estar garantizados para todas las niñas, en cualquier parte del mundo y bajo cualquier circunstancia. 

Este 8M, nos unimos para exigir que los derechos de las niñas sean garantizados 

grupo-ninas.jpg

Desde Educo, trabajamos cada día para que más niñas tengan acceso a la educación, para que puedan crecer sanas y seguras. Pero el esfuerzo de organizaciones, comunidades y familias no es suficiente si los derechos de las niñas pueden desaparecer en un instante. Necesitamos un compromiso global y políticas que garanticen que ningún conflicto, ningún gobierno y ninguna crisis pueda arrebatarles su futuro. 

 En este 8M, reivindicamos que los derechos de las niñas no pueden retroceder. Porque educar cura. Porque sin derechos, no hay futuro. 

“Nacer niña no es una maldición, sino un orgullo” 

bilkis-balngla.JPG

Así de rotunda se muestra Bilkis de 18 años de Bangladesh. Y no es que lo tuviera fácil precisamente, todo lo contrario. El padre de la joven, hoy universitaria, la abandonó solo por nacer niña y su madre tuvo que trabajar muchísimo como criada para suplir esa ausencia. Pero esta mujer era muy consciente de la importancia de que su hija tuviera una educación, y movió cielo y tierra para conseguirlo.  

Bilkis no falló en su empeño de ser la número uno; tanto es así, que ocupó el primer puesto en todos los cursos y sacó la máxima calificación tanto en el examen de grado de primaria como secundaria, incluso obtuvo una beca. Pero Bilkis necesitaba algo más que reconocimiento académico, quería mantener a su madre y cubrir sus propios gastos educativos.

Así que empezó a dar clases particulares a niños, con la esperanza de que los ingresos extra aligeraran su carga financiera: “La universidad está lejos de casa. Tenía que caminar mucho para ahorrar dinero. Después, daba clases particulares a niños, pero ni siquiera eso era suficiente para cubrir mis gastos. Las interminables caminatas y las clases particulares me dejaban agotada, y apenas me quedaba tiempo o energía para mis propios estudios”, nos cuenta.  

Fue en ese momento cuando conocimos a la joven y sus dificultades para salir adelante y decidimos becarla gracias al proyecto STARS, que llevamos a cabo con ChildFund Corea, ya que su potencial era muy alto: “La beca que me ayudó a cubrir mis gastos educativos. Ahora puedo concentrarme plenamente en mis estudios».  

bilkis-mama-bangla.JPG

La madre de Bilkis expresa con orgullo: «He estado luchando con Bilkis durante 18 años porque mi hija es brillante en sus estudios y, de alguna manera, se las arregló para sobresalir. Quiero que acabe la educación superior y estoy decidida a apoyarla, por muy difícil que sea para mí”. 

Ahora, Bilkis tiene un sueño más grande, ser profesora universitaria, y está decidida no solo a triunfar por sí misma, sino a crear una plataforma para otras niñas: “Me aseguraré de que todas las chicas sientan orgullo por nacer mujer, no que son una carga”.  

Aarti enseña a su madre a firmar con su nombre 

aarti-mama-clase.jpg

El caso de la pequeña Aarti llegó hasta nosotros gracias a un compañero de India. Él mismo nos cuenta cómo sucedió esta escena tan mágica:  

“Me llamo Lakhan y trabajo en un proyecto de Educo desde 2017 con el que queremos mejorar las experiencias de los alumnos en la escuela. Recientemente, mientras recopilaba información sobre los niños y niñas para el proyecto, vi pasar a una madre y le pregunté en qué curso estudiaba su hija. Me dijo que su hija Aarti estudiaba segundo. Yo le dije que necesitaba una carta de autorización firmada por los padres de todos los alumnos de segundo curso para que me dieran permiso para usar sus fotos, citas u otra información, mientras participaban en las actividades del proyecto.  

Le pregunté si la había firmado. Me respondió que no y que no sabía nada de la carta de autorización, por qué y qué firmar. Le expliqué cómo era el formulario, por qué tomamos información de los niños y niñas y cómo garantizamos la confidencialidad y la seguridad de los pequeños al hacerlo. Mientras hablaba con ella, me enteré de que es madre soltera y ni siquiera tenía ningún documento de identidad. En estos casos, desde nuestra ONG Educo, también les ayudamos a obtener sus documentos identificativos para que puedan acceder a las ayudas del gobierno.  

arti-mama-firma-india.jpg

Recogí la información necesaria de la madre de Aarti para rellenar la carta de autorización, le leí el formulario, le expliqué la información y  le pedí que firmara el formulario. La madre me dijo que no sabía leer ni escribir y que no podía firmar, pero que podía poner la huella de su pulgar en la carta. Como no llevaba un tinterillo para tomar la huella, le dije que esperara un rato, que iría a buscar uno a la oficina de la escuela.

Cuando estaba a punto de irme, la madre me dijo: “Aarti me enseña a firmar y a escribir mi nombre. Pero es una niña muy pequeña y no sé si me ha enseñado bien o mal, así que no firmo". Por un momento, no entendí, pero entonces le dije que tenía un papel borrador conmigo, y que podía enseñarme firmando en ese papel y decirle si era correcto o no.  

La madre firmó en ese papel, tal como su hija le había enseñado, y me quedé asombrado al ver que había escrito correctamente su nombre. Leí su nombre tal como había firmado y la expresión de su cara no tenía precio. ¡Estaba tan contenta y asombrada de que su hija tan pequeña le hubiera enseñado a escribir correctamente su nombre!  Le dije que de ahora en adelante no debía pedir el tinterillo y poner la huella del pulgar, sino que debía firmar con confianza su nombre siempre que se lo pidieran. E insistí en que creyera más en su hija Aarti.  

Aarti me cuenta que está muy motivada para seguir enseñando a su madre a escribir y a leer. Es muy joven, pero su entusiasmo nos inspira a todos”. 


Ayúdamos a que más ninos y niñas estén en la escuela, es su derecho

8M , Bangladesh , derecho a la igualdad , día mujer , educación , Igualdad , India

Publica tus comentarios

EL BLOG DE EDUCO

Conoce quiénes somos, qué hacemos y por qué lo hacemos.

Síguenos en

El Blog de EDUCO

Recibe nuestra newsletter con todas las novedades.

Emergencia Gaza

COLABORA

Ayuda a los niños y niñas más afectados

Fundación lealtad

DONA AHORA

Más de 46.000 palestinos han perdido la vida, más de la mitad son niños y niñas. Dona ahora ¡Te necesitan!

1
2
3

Tu cesta solidaria