La situación de la infancia en España empeora. Según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de cada tres menores de 16 años vive bajo el umbral de la pobreza y la malnutrición infantil afecta a uno de cada cuatro niños. Es decir, que no pueden tener asegurada una comida saludable al día.
Un dato escalofriante que no puede permitirse, porque detrás de un número frío se esconden muchas historias de familias desesperadas: niños que van al colegio sin desayunar, sin el bocadillo para el recreo, sin la fiambrera para la comida... "Ves que tienen constantemente sueño, que rinden poco. Y luego descubres que vienen a clase en ayunas. O que, como me ha contado uno de mis alumnos, su madre rebaja con agua la leche que le da a él y a sus dos hermanos para que dure más", explicaba un maestro de Alcorcón a un periódico español. Estómagos vacíos que rugen en clase a los que no vale decirles que estamos dejando atrás la crisis, ya que su realidad y su día a día les dice que no es así. Pero lo peor ocurre en los meses de verano: su situación empeora porque en vacaciones, con el cierre de los comedores escolares, 500 mil niños se quedan sin la beca, y por tanto, sin su única comida completa o equilibrada del día.
Por ello, desde Educo, pensamos que era el momento de hacer algo impactante para llamar la atención de la población: simulamos la personalidad de un niño, de unos 14 años, que decide ponerse en huelga por el hambre que cada día sufren muchos compañeros de su instituto y denunciarlo a través de su blog.
¿Por qué opta por la huelga? Porque los niños que sufren hambre o malnutrición no pueden hacer NADA. Asimismo, el pequeño decide que se detiene, que se pone en huelga para solidarizarse con sus compañeros. Es el propio niño quien va explicando día a día (durante una semana) la realidad de cinco supuestos amigos suyos que sufren las consecuencias de la pobreza y de la malnutrición. Historias reales que se dan en muchos de los colegios de todo el territorio español; y que se ven reflejados en testimonios tan crudos como el de Juan, que no podía asegurar que su hijo recibiese al menos una comida completa al día.
Aprovechamos para agradecer la participación de todos aquellos usuarios de Twitter que se han hecho eco de la acción, dando difusión al blog de nuestro niño imaginario.
¿Qué hacemos para evitar esta situación?
Desde Educo trabajamos para que los niños en situación de pobreza tengan todo el año, como mínimo, una comida completa al día gracias al programa de Becas Comedor: durante el curso escolar, apoyamos a través del servicio de comedor de la escuela; y durante el verano, apoyamos a entidades que ofrecen colonias y campamentos urbanos para que los niños disfruten de actividades lúdicas y deportivas, con una comida completa al día, y que no se queden en la calle. Así, por segundo año consecutivo, este verano volvemos a lanzar las Becas Verano, para seguir ayudando incluso cuando el curso escolar termina, porque los Derechos de los Niños no se van de vacaciones.
Desde que empezamos el programa de Becas Comedor ya hemos repartido un millón de comidas y otras 366.000 el verano pasado en todas las comunidades autónomas.
Algunos datos sobre la pobreza en España
El 45% de los españoles no puede ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año.
El 42% de los españoles no puede afrontar gastos imprevistos (de 650 euros).
El 10% de los españoles sufre retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal (alquiler, hipoteca, luz, agua).
El 16% de los españoles tiene serias dificultades en llegar a final de mes.
Cómo puedes colaborar con nuestras Becas Comedor Verano
Sé cómplice de nuestra acción: conviértete en donante de Becas comedor y/o ayúdanos a sensibilizar sobre este problema compartiendo este contenido para que más gente conozca esta realidad.
Por último, quisiéramos apuntar lo importante que es educar con el ejemplo, a través de las pequeñas cosas que se hacen todos los días. Solo así, nuestros hijos irán desarrollando empatía y aprenderán que ser generosos no solo ayuda a los demás, sino que les hace sentirse bien. Aprender a valorar lo que tenemos, a ser solidarios y generosos es un ejercicio diario. Desde Educo, te animamos a que sigas siendo su ejemplo a seguir.
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