En las comunidades rurales más pobres del norte de
Perú, trabajamos para
evitar la discriminación de mujeres y jóvenes y para
contribuir a que las familias mejoren sus ingresos, un factor clave para asegurar el
bienestar de los más pequeños.
Las provincias de Ayabaca y Piura, en la frontera con Ecuador, están cruzadas por los ríos Chiroz y Chipillico. En esta zona rural, un tercio de la población vive en condiciones de extrema pobreza y subsiste a base del cultivo de maíz, arroz y banana, productos que apenas pueden comercializar más allá de su entorno inmediato debido al limitado volumen de producción, la baja calidad de los productos, la falta de fuentes de financiación y el poco desarrollo de las organizaciones locales de campesinos.
Los escasos ingresos de las familias apenas cubren las necesidades básicas, y en este contexto
la población infantil es la más afectada, ya que cuenta con menos posibilidades de ir a la escuela y es más vulnerable a la mala alimentación. Las niñas sufren especialmente esta situación hasta el punto de que el nivel de analfabetismo entre las mayores de 15 años duplica al de los varones. Al crecer, estas niñas también serán discriminadas en el ámbito laboral: nadie reconocerá su trabajo fuera del hogar y sus niveles de ingresos serán sensiblemente inferiores a los de los hombres. Los jóvenes son otro de los colectivos más afectados, ya que sin formación ni recursos apenas disponen de expectativas para prosperar.
Para cambiar esta situación, en
Educo llevamos a cabo un proyecto junto a nuestro socio local
Asociación Chira y con la financiación de la
Obra Social “la Caixa” para
mejorar las oportunidades laborales de mujeres y jóvenes sin escolarizar y contribuir así al desarrollo económico de sus comunidades. La clave de esta actuación es la
introducción del cultivo orgánico de cacao, un producto que se adapta perfectamente a las condiciones de la zona y que, con la correspondiente certificación de producto orgánico, puede ser vendido al exterior a través de las redes de comercio justo.
Vainas de cacao en una plantación de Piura
Formación técnica de productores
Un total de
1.800 productores de la zona, de los que 1.043 son mujeres y 150 son jóvenes, están recibiendo formación técnica para especializarse en este cultivo, al que se han destinado
400 hectáreas. Con esta capacitación profesional, que está reconocida por el Ministerio de Educación, estas mujeres podrán tener
más oportunidades laborales e incluso, gracias a las ayudas de Educo y Chira para acceder a microcréditos, podrán
emprender un negocio como puede ser la elaboración de productos derivados del cacao como
chocotejas –dulce de chocolate típico de Perú– o licor de cacao.
Además, y con el fin de mejorar la seguridad alimentaria de las familias y sus ingresos económicos, la producción de este alimento se combina con otros cultivos orgánicos, como maracuyá o banana, y con la crianza de ganado ovino y cabruno, fuente principal de abonos orgánicos. Se trabaja en colaboración con organizaciones de productores locales.
El proyecto tiene una duración de
3 años (de junio de 2012 a junio de 2015) y está previsto que su impacto alcance a
más de 40.000 personas, el 80% de la población rural de la región.
Proceso de secado de los granos de cacao
Sesión formativa con un grupo de mujeres
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