Niñas y niños con altas capacidades: ¿cuál es su realidad?

Solemos asociar la inteligencia a la felicidad y a la obtención de buenas calificaciones académicas, pero la realidad de las niñas y niños con altas capacidades es diferente. En este post te contamos cómo es el mundo de los superdotados y a qué retos se enfrentan cada día. 

Hace unos días se publicó la noticia de un niño de 11 años, Laurent Simons, que se ha graduado en Física por la Universidad de Amberes en Bélgica. Se trata de una carrera universitaria que tiene una duración de tres años y que Laurent ha terminado en uno y con unas excelentes calificaciones, de media un 9. 

Laurent es solo un ejemplo de los niños y niñas con altas capacidades. 

Mitos y realidades de las niñas y niños de altas capacidades

Las altas capacidades suelen ser detectadas por los padres que observan algo extraño en sus hijos o hijas. Lo habitual es que acudan a un psicólogo, pero pocos tienen la formación suficiente para verificar la existencia de las altas capacidades. Además, existen muchos mitos en relación a las niñas y niños superdotados: 

• Obtienen muy buenas calificaciones académicas. Esto no siempre es cierto, pueden ser niñas o niños que no saquen buenas notas, que se distraigan en clase, que no quieran hacer los deberes o que se enfrenten a los profesores. 
• Se aburren en la escuela. Puede ocurrir que, si la escuela no se adapta a las capacidades y habilidades de la niña o niño, se aburran, puesto que verán que el aprendizaje es repetitivo y no hay espacio para la creatividad. 
• Nacen teniendo altas capacidades. La realidad es que la genética influye de manera que puede que uno de los padres o algún familiar tenga altas capacidades, pero también influye mucho el entorno que tengan las niñas y niños, si se les motiva para que desarrollen sus capacidades tanto en la escuela como fuera de ella o no. 
• Son serios. Las niñas y niños superdotados suelen tener un sentido del humor avanzado y, por ese motivo, hay veces que no se les entiende y parecen más serios. 
• Les interesan todos los temas. En realidad, tienen determinados temas que les interesan particularmente y en los que son creativos, otros, sin embargo, les aburren, por eso es fundamental encontrar la forma de que esos temas que les interesan menos atraigan su atención, con un aprendizaje creativo. 
• Tienen problemas psicológicos. El problema es que, en muchas ocasiones, debido a la falta de formación o de conocimiento de profesores, psicólogos y padres, se puede confundir las altas capacidades con un problema psicológico como el déficit de atención.
• Deben tener profesores con altas capacidades. No es necesario, simplemente necesitan profesores que adapten la forma de enseñar y que conozcan las necesidades de estas niños y niñas. 

Errores que se suelen cometer con las niñas y niños de altas capacidades

Tal y como hemos visto en el apartado anterior, las niñas y niños superdotados no viven en una realidad como la que nos imaginamos y se enfrentan a retos cada día, además, se suelen cometer errores que les influyen negativamente: 

• Muchos casos no se detectan. Según el Informe Nacional sobre la educación de los superdotados, en el curso 2017/2018 se identificaron 34.113 alumnos con altas capacidades, lo que representa un 0,42% del total. Esto supone que hay casi 130.000 estudiantes superdotados que están escolarizados en nuestro país y no reciben una educación específica. En el caso de las niñas, además, las altas capacidades son más difíciles de detectar puesto que tienden a intentar llamar menos la atención para poder integrarse en el grupo. 
• Se suele culpabilizar a los padres de actitud del niño. Es habitual que, cuando no se detectan correctamente las altas capacidades, se culpabilice a los padres de no poner límites a los niños o niñas, o de no imponer disciplina. 
• Los padres no saben cómo actuar. A veces se trata de niñas y niños que hacen preguntas raras, son muy imaginativos, intensos, curiosos, motivados por lo que les interesa, esto puede desconcertar a los padres que no saben cómo actuar y que llevan su hijo al psicólogo porque piensan que le ocurre algo. 

Ejemplos de niñas y niños de altas capacidades

Los ejemplos reales de niñas y niños con altas capacidades son muy numerosos, en los medios de comunicación se suele hablar de casos como el de Laurent Simons, por sus logros académicos, pero la realidad, en numerosos supuestos, es otra. 

Paula Sotelo, por ejemplo, es una niña que siempre fue muy curiosa y obtuvo unas buenas calificaciones académicas. Con 20 años le detectaron altas capacidades, pero antes de eso no encajaba con sus compañeros de colegio y sufrió bullying. Actualmente tiene 23 años y está graduada en Bioquímica por la Universidad de Edimburgo en Escocia y trabaja en un laboratorio de biología celular. 

Alexis Martín, es una niña norteamericana que con tres años tenía el mismo coeficiente intelectual que Einstein. Sus padres se sorprendieron cuando con 18 meses fue capaz de recitar literalmente los cuentos que le habían leído la noche anterior. Con dos años ya sabía leer y aprendió español con una tableta. 

María es una niña española que aprendió a leer a los tres años y a los cuatro ya hablaba de religión. Pero fue a los cinco años cuando le detectaron altas capacidades, tras la realización de varias pruebas. 

En algunos casos, los niños superdotados tienen problemas de autoestima, como le ocurrió a Miguel Martínez. Cuando era pequeño solo le interesaba la asignatura de inglés, por lo que su rendimiento académico general era bajo. Le detectaron altas capacidades con 16 años y actualmente tiene 19. 

A lo largo de la historia existen muchos casos de niñas y niños superdotados que son muy conocidos como Mozart, Picasso, Judit Polgar o James Woods. En algunos casos las altas capacidades les han ayudado a desarrollarse y obtener éxitos en diversos campos, pero la realidad de las niñas y niños con altas capacidades es otra y es importante comprenderla para ayudarles. En Educo trabajamos para que todas las niños y niños tengan acceso a una educación de calidad y a un futuro mejor y fuera de la pobreza. 

Imagen de Nguyen Dinh Lich en Pixabay

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