En
Educo promovemos espacios de
participación democrática en las escuelas de
El Salvador para que niños y adolescentes aprendan a expresar sus opiniones, elegir a sus representantes e influir en las decisiones que les afectan.
Durante la elaboración de la
Política Nacional de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, aprobada en 2013, se puso de manifiesto que el derecho de la población infantil a opinar y a ser escuchada apenas era tenido en cuenta. Los adolescentes consultados, además, identificaron a la escuela como el lugar en el que difícilmente les permitían expresar lo que pensaban y en el cual “siempre prevalece la opinión de los maestros”. Por este motivo, la Política Nacional mencionada tomó como desafío “la promoción y fomento de mecanismos y espacios de participación a nivel nacional y local”.
En consonancia con esta voluntad, en Educo llevamos a cabo el proyecto
“Escuela Abierta a la Comunidad” con el fin de promover la participación infantil en diversos municipios del país. En concreto, la intervención se lleva a cabo en
24 escuelas de cinco localidades: Sacacoyo (departamento de La Libertad), San Juan Tepezontes (La Paz), Guadalupe (San Vicente), Tecapán (Usulután) y San Isidro (Morazán).
Consejos estudiantiles y jornadas electorales
En estos centros se han creado
Consejos Estudiantiles, órganos formados por representantes infantiles elegidos democráticamente por sus compañeros y cuyo objetivo es trasladar a las instancias de dirección de las escuelas las propuestas de mejora planteadas por los alumnos y negociar su puesta en marcha. En años anteriores, estos procesos participativos han dado lugar a mejoras como conexión de internet, dotación de equipos informáticos, subvenciones para jornadas recreativas o mejoras en las instalaciones escolares, entre otras medidas.
Con estos consejos estudiantiles,
los niños aprenden a organizarse, a expresar sus opiniones, a debatir y buscar alianzas con otros actores implicados (gobiernos locales, ONG, asociaciones de desarrollo comunitario…) y a alcanzar acuerdos. En suma, la esencia de la democracia. Para elegir a sus representantes, se organizan
jornadas electorales en las escuelas, precedidas por un período de campaña donde los estudiantes presentan sus propuestas de mejora. Llegado el día, se instalan urnas en las aulas y todos los alumnos proceden a hacer uso de su derecho al sufragio en voto secreto.
Una alumna se dispone a votar en las elecciones estudiantiles en la escuela Benito Piedra Gorda, en el municipio de Guadalupe
Una de las alumnas elegida como representante en el Consejo,
Graciela Canales, que estudia 7º curso en el colegio Salvador Hidalgo Cornejo de Guadalupe, afirma que “así los adultos no toman decisiones sin avisarnos sino que son decisiones de todos nosotros”. “Como representante –añade– pondré atención a mis compañeros y compañeras, preguntaré sus opiniones para saber qué es lo que ellos quieren que yo haga por el centro escolar”.
En Educo apoyamos a los consejos estudiantiles para que sepan elaborar planes de actuación y darles seguimiento, y trabajamos con las familias, docentes y responsables escolares para que colaboren en crear el entorno necesario para que la participación real de los niños no se quede en papel mojado. En este sentido,
Iris Lissette Cerritos, madre de familia, opina que “con las elecciones, los niños y niñas ejercen su derechos a participar, y se les quita el temor al momento de votar y en una próxima elección, cuando ya tengan su mayoría de edad, tendrán el conocimiento de cómo elegir a sus candidatos”.
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