La necesaria participación de la infancia y la adolescencia en la esfera pública

El mes pasado terminaba con una estupenda noticia para la infancia y la adolescencia: el BOE anunciaba la creación del Consejo Estatal de Participación de la Infancia y de la Adolescencia. Este será un órgano permanente y estable de consulta, de representación y participación de las niñas, niños y adolescentes y estará adscrito al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. 

En Educo nos alegramos de esta esperada noticia pues llevamos tiempo trabajando para que se cumplan los derechos de la infancia y, especialmente, la participación infantil, asignatura de la que se viene cojeando, y sobre la que ya informaba el Comité de los Derechos del Niño en su último informe, de 2018. En este sugería “la elaboración de presupuestos públicos destinados a infancia que incluyan la mejora de la transparencia en el uso de estos recursos, animando a un debate público que incluya a niños, niñas y adolescentes y mecanismos de rendición de cuentas para las autoridades locales y regionales”. 

Desde entonces ha habido algunos avances. La LOPIVI (Ley orgánica de Protección Integral frente a la violencia contra la infancia) quedaba aprobada en junio de este año, y era en ella donde quedaba registrada la propuesta de creación del Consejo Estatal de Participación de la Infancia y la Adolescencia, “para garantizar el ejercicio efectivo del derecho de participación en la formulación, aplicación y evaluación de planes programas y políticas nacionales que afectan a los niños, niñas y adolescentes”. Con este propósito, Educo ha venido trabajando, a través de la Plataforma de Infancia, participando en el proceso de consulta realizada por el Ministerio de los Derechos Sociales y la Agenda 2030. El trabajo ha tenido un claro objetivo: generar las bases del funcionamiento del futuro organismo. 

Ahora, su creación marca un hito en el trabajo por los derechos de la infancia. En Educo defendemos una participación protagónica de niños, niñas y adolescentes en las cuestiones que les afectan, tanto desde ámbitos cercanos, como son el familiar y escolar, hasta el comunitario, municipal, estatal e incluso a nivel internacional para tratar cuestiones que les afectan de forma global y planetaria, como ciudadanos y ciudadanas de presente. Creemos firmemente en las capacidades de niños y niñas para opinar sobre las cuestiones que les afectan, poder desarrollar propuestas y participar activamente en la puesta en marcha de acciones que mejoran su entorno y, por tanto, sus vidas. Y para ello trabajamos para que su voz se escuche y tenga influencia en ámbitos de opinión o toma de decisiones.

Voces que se oponen: el discurso adultocéntrico

La noticia del nuevo órgano representativo de niños, niñas y adolescentes no ha sido bien recibida en algunos ámbitos. Tertulianos, periodistas y políticos han dejado claras sus dudas y escepticismo hacia la participación pública de los más jóvenes. Se dice que son fácilmente influenciables y manipulables, y que finalmente pueden convertirse en voceros de intereses superiores (de personas adultas que los acompañen). Quizás estas personas deberían saber que fomentar la participación infantil es una cuestión de derechos, pero también de educación. 

La participación infantil está recogida en la Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 12. Para su ejercicio y dinamización, desde las entidades especializadas en infancia, se lleva a cabo por equipos educativos expertos en intervención educativa con metodologías basadas, por ejemplo, en aprendizaje cooperativo, educación popular y animación sociocultural. A nivel comunitario son muchas las entidades que trabajan día a día por hacer cumplir los derechos de la infancia y adolescencia. Este trabajo de base, a nivel local y también en red, permite reflexionar sobre la práctica y compartir experiencias, y hace que la participación infantil se desarrolle como un proceso continuo de aprendizaje. 

En un grupo de participación o consejo infantil las dinámicas de diálogo son más creativas y respetuosas que las que se pueden llevar a cabo en una cámara del Senado o del Congreso; se basan en el juego, en el arte, en la comunicación no violenta, en la resolución pacífica de conflictos, etc. Quizás, los niños y niñas podrían enseñar a practicar este tipo de lenguaje a sus señorías, que a menudo se faltan el respeto y no son un buen referente y ejemplo para la ciudadanía de todas las edades y condiciones.

Quedarse en el discurso de que la infancia es fácilmente influenciable, es quedarse en un discurso simplista y adultocéntrico. Significa no reconocer las capacidades y las necesidades de niñas, niños y adolescentes; necesidades de ser escuchados y de tener influencia en las cuestiones que les afectan. Quizás, en vez de poner el foco de atención en el debate de si las personas adultas influimos en las opiniones de los niños y niñas, deberíamos ponerlo en pensar que son los niños y niñas los que deberían influir en las personas adultas que decidimos casi siempre por ellos y ellas.

Educo acoge la noticia con alegría, pero también con cautela ya que para su puesta en marcha es necesaria la dotación de presupuestos y de recursos. También porque habrá que ver cómo son escuchadas y tenidas en cuenta las opiniones de los niños y niñas, y de qué manera son utilizadas para cuestiones políticas a nivel estatal, como es la educación, la sanidad, el urbanismo, el medio ambiente, etc. Además, entendemos que un Consejo Estatal de Participación Infantil debería ser la punta de iceberg de un trabajo de base en el que las niñas y los niños tengan espacios de voz y de influencia en la toma de decisiones en ámbitos cotidianos. Por ello, a la creación del organismo sería necesario acompañarla de políticas para apoyar el trabajo de fomento de la participación en el ámbito educativo formal y no formal, tanto en centros educativos, asociaciones, escuelas de deporte, ayuntamientos, etc.

La importancia de activar la escucha

Desde Educo abordamos y estamos firmemente implicados en fomentar la participación infantil, por ello hemos puesto en marcha la Campaña Activa la Escucha. Esta iniciativa busca visibilizar la falta de escucha a la infancia y las consecuencias que tiene para su desarrollo tanto físico como emocional. Situaciones de bullying, ciberbullying e incluso acoso sexual pueden ser prevenidas si fomentamos una cultura de escucha activa hacia la infancia entre las personas adultas. En definitiva, queremos fomentar comunidades de escucha para que niños y niñas sean reconocidos como agentes activos en la toma de decisiones y puesta en marcha en relación a las cuestiones que les afectan en su vida cotidiana, como por ejemplo, en su entorno educativo. 

Los niños y niñas pueden implicarse en cuestiones como mejorar la organización escolar, proponer temas a tratar, comprometerse en la resolución de conflictos y evitar situaciones de acoso escolar. La Campaña también tiene entre sus objetivos que medios de comunicación traten con respeto y sin estereotipos a la infancia y adolescencia valorando sus ideas, propuestas y acciones.

Después de conocer la noticia de la creación del Consejo Estatal de la Infancia y de la Adolescencia, desde Educo prestaremos atención a su puesta en marcha y colaboraremos en las cuestiones en las que podamos aportar, siempre de forma crítica y constructiva para que el ejercicio de los derechos de niños y niñas se cumpla. En definitiva, seguiremos con nuestra apuesta por educar desde la raíz para que los niños y niñas de hoy tomen las riendas de su vida y se sientan escuchados y respetados por su entorno: por sus familias y su comunidad, y por las instituciones, al poder ser, a partir de ahora, un poco más partícipes en ellas.  


 

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