El paso por Filipinas del súper tifón Mangkhut, conocido localmente como Ompong, nos ha tenido pendientes este fin de semana. Tal como estaba previsto, la región de Bícol, la zona donde trabajamos, no ha sido de las más afectadas y
los niños y las niñas de nuestros proyectos se encuentran bien, aunque el Gobierno suspendió las clases para que las familias pudieran estar preparadas ante la llegada de la tormenta. Nuestros equipos también se encuentran a sanos y salvos.
Lamentablemente,
las autoridades del país han confirmado la muerte de 59 personas y los equipos de rescate aún buscan desaparecidos, sobre todo en las zonas más remotas azotadas por el tifón. Además, las fuertes lluvias y vientos han dejado más de 250.000 damnificados, muchos de ellos acogidos en centros de evacuación.
Tras su paso por Filipinas
el tifón azotó la ciudad de Hong Kong y ahora se dirige al sureste de China, donde ya ha dejado dos personas muertas y numerosas heridas.
Junto con otras organizaciones formamos parte del comité internacional de respuesta a emergencias de Filipinas y estamos haciendo un seguimiento de la situación para
actuar de manera coordinada y cubrir las necesidades de la población afectada.
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