Ambiente preparado. El aula debe prepararse para los niños y niñas, por ello María Montessori pensó en adaptar el mobiliario a los más pequeños, utilizar flores naturales y usar colores que atrajeran la atención de los niños y niñas. Todos los materiales que se utilizan son de tamaño infantil, están ordenados y en estantes o muebles bajos para que el niño o niña acceda con facilidad.
Independencia. En las escuelas en las que se utiliza el método Montessori los niños y niñas seleccionan con total independencia la actividad que desean realizar y cambian de una a otra actividad cuando lo desean. De esta forma logran concentrarse en lo que hacen y podrán trabajar de forma individual o en grupo.
Libre elección. Cada niño y niña elige la actividad que quiere hacer en cada momento y si la quiere hacer de forma individual o con un grupo.
Concentración. El hecho de poder elegir la actividad que se quiere desarrollar facilita la concentración del niño o niña en lo que está haciendo, de forma que aprenderá más rápido y lo aprendido quedará de forma permanente en su memoria.
Materiales Montessori. Los materiales que creó María Montessori tienen una serie de características que son las siguientes:
1. Están elaborados en base a la observación de los niños y niñas y de la experiencia vivida con los mismos, por lo que tienen un origen científico.
2. Cada material está enfocado a un solo concepto y, por lo tanto, solo tiene una dificultad.
3. Son materiales que ayudan a los niños y niñas a desarrollar sus sentidos, puesto que se pueden manipular.
4. Están adaptados a la fuerza y tamaño de cada niño y niña, por lo tanto, no encuentran las dificultades que tendrían normalmente debido a su corta edad.
5. Son materiales atractivos que atraen al niño por sus colores y sus formas.
6. Permiten a cada niño y niña autoevaluarse y corregirse si se han equivocado, sin necesidad de estar sometidos a la evaluación de una persona adulta.
Confianza/seguridad. La libertad de elección que facilita el método Montessori ayuda a desarrollar la confianza y seguridad de los niños y niñas, por lo que aumentará su autoestima y crecerán siendo adultos que confían en sí mismos y en sus capacidades.
Periodos sensibles. Los periodos sensibles son plazos de tiempo que dependen de la edad del niño o niña en los que se sienten atraídos por determinados aspectos. Son los siguientes:
1. Periodo sensible del orden (de 0 a 6 años).
2. Periodo sensible del movimiento (desde el nacimiento hasta los 6 años).
3. Periodo sensible del lenguaje (de 0 a 7 años).
4. Periodo sensible de los sentidos (de 0 a 6 años).
5. Periodo sensible de los objetos pequeños (de 1 a 7 años).
6. Periodo sensible de la vida social (de antes de nacer y con un pico en los 6 años).
Organiza la casa considerando los periodos sensibles. Por ejemplo, tal y como hemos visto durante los primeros años de vida, el niño o niña tiende hacia el orden, por lo que les podemos facilitar ese ritual diario fomentando su participación en el orden de los materiales que utilice para aprender. Puedes, por ejemplo, colocar los estantes a la altura de los niños y niñas, poner cestas para que puedan guardar sus juguetes y objetos de aprendizaje una vez utilizados.
Infórmate y fórmate. Para poder aplicar el método Montessori en casa es necesario que te informes y que adquieras formación, de manera que te conviertas en un guía que ayude a tu hijo o hija a aprender basándote en dicho método. Puedes consultar libros que hablen de este método, leer artículos en blogs o reunirte con otras familias que apliquen el método.
Crea el ambiente adecuado. Ya hemos comentado anteriormente la importancia de preparar el ambiente. No podemos olvidar que el lugar donde los niños y niñas aprenden debe de estar diseñado para animarles a explorar y aplicar su creatividad. Puedes crear un ambiente en el que los materiales Montessori estén accesibles, de manera que fomentes la independencia del niño o niña y la libre elección de lo que quiere aprender. Además, todos los materiales deben estar en perfecto estado, ordenados y aportar una sensación de calma.
Tal y como has visto, se trata de un método que ayuda a los niños y niñas a ser independientes y disfrutar de un proceso de aprendizaje adaptado a cada edad. Para aplicar correctamente el método Montessori es fundamental conocerlo a fondo y asumir la idea de que simplemente somos un guía para el niño y niña que es quien dirige su propio proceso de aprendizaje de forma libre y autónoma.
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