Seguramente has escuchado hablar en los medios de comunicación y en numerosos artículos de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Muchas personas consideran que dichos objetivos son algo lejano y que son tarea de los gobiernos y de las instituciones públicas. Sin embargo, la realidad es que todos nosotros podemos contribuir a que se alcancen. En este post te contamos en qué consisten los
ODS y cómo puedes ayudar tú a conseguir, con tu actividad diaria, esos objetivos.
¿Qué son los ODS o los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
Los
Objetivos de Desarrollo Sostenible son metas que se plantean a largo plazo para terminar con la pobreza, la desigualdad y para cuidar el planeta, en general.
Tienen su origen en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, que se celebró en Río de Janeiro en el año 2012. Allí se decidió crear un conjunto de objetivos mundiales para afrontar los retos a los que nos enfrentamos en el día a día.
Se trata de 17 objetivos que son los siguientes:
- Fin de la pobreza.
- Hambre cero.
- Salud y bienestar.
- Educación de calidad.
- Igualdad de género.
- Agua limpia y saneamiento.
- Energía asequible y no contaminante.
- Trabajo decente y crecimiento económico.
- Industria, innovación e infraestructuras.
- Reducción de las desigualdades.
- Ciudades y comunidades sostenibles.
- Producción y consumo responsables.
- Acción por el clima.
- Vida submarina.
- Vida de ecosistemas terrestres.
- Paz, justicia e instituciones sólidas.
- Alianza para lograr los objetivos.
¿Cómo puedes contribuir tú a los ODS?
Diariamente realizamos acciones que con pequeños cambios pueden ayudar a alcanzar los
ODS. Te damos algunas ideas:
- Dona las cosas que no utilices. 700 millones de personas en todo el mundo viven en una situación de pobreza extrema. En los países desarrollados tendemos a acumular en casa muchas cosas que no utilizamos como ropa, juguetes, libros o muebles. Puedes empezar por seleccionar todo lo que no utilices desde hace tiempo y llevarlo a alguna ONG u otro centro donde pueda llegar a personas que lo necesitan.
- Reduce el desperdicio de comida y apoya a la agricultura local. Compramos mucha comida, en ocasiones demasiada, que se estropea y tenemos que tirar. Para acabar con el hambre en el mundo es fundamental que controles lo que compras y que consumas solo lo que necesitas. También es importante que compres productos a agricultores locales, de esa forma ayudarás a tu comunidad y favorecerás el ahorro de combustible debido al transporte.
- Cuida tu salud y la de los tuyos. Una alimentación sana y ejercicio físico son fundamentales para la salud y el bienestar tanto tuyo como de tu familia. Cuida lo que comes, prepara menús semanales saludables y practica ejercicio físico cada día: caminar, correr, hacer senderismo o montar en bici, son actividades sencillas y económicas.
- Colabora con una ONG centrada en la educación de calidad. La educación de calidad es la base para que los niños y niñas que viven en familias desfavorecidas puedan salir de la pobreza y tener un futuro mejor. En Educo trabajamos para que todos los niños y niñas tengan la posibilidad de ir a la escuela, estudiar, formarse y acceder a mejores puestos de trabajo y así dejar atrás la pobreza.
- Empodera a las mujeres y niñas y defiende sus derechos. Las mujeres y las niñas siguen viviendo situaciones de desigualdad en todo el mundo. No reciben el mismo salario por desempeñar el mismo trabajo que un hombre, son víctimas de violencia de género, muchas niñas son obligadas a casarse o a trabajar para mantener a su familia. Todas esas situaciones requieren cambios drásticos para acabar con la desigualdad de género. Empodera a las niñas, dales ejemplos de lo que se puede alcanzar, busca referentes femeninos que les puedan servir de inspiración y educa en igualdad a tus hijos e hijas.
- No malgastes el agua. Estamos acostumbrados a abrir el grifo de casa y que salga agua potable, pero en muchos lugares del mundo se deben recorrer muchos kilómetros para lograr tener agua. Además, en muchos casos el agua contaminada produce numerosas enfermedades que afectan a niños, niñas y adultos. Por lo tanto, debemos cuidar un recurso tan escaso y preciado como el agua. Cierra el grifo cuando no lo estés utilizando, dúchate en lugar de bañarte y enseña a tus hijos e hijas la importancia de ahorrar agua.
- Reduce el uso de energía eléctrica y elige electrodomésticos eficientes. Es fundamental, también, reducir el uso de la electricidad para lograr una energía asequible y no contaminante. Para lograrlo puedes aprovechar la luz natural de tu casa, elegir bombillas de bajo consumo o LED, seleccionar electrodomésticos eficientes o programar la calefacción o el aire acondicionado para aprovecharlos al máximo.
- Ayuda a las personas desfavorecidas. En todos los países del mundo existen personas marginadas y que necesitan ayuda. Hombres, mujeres y niños y niñas que han huido de países en conflicto para salvar su vida, por ejemplo. Para ayudarles puedes colaborar con alguna ONG que preste ayuda a refugiados o a personas en situaciones de pobreza. La colaboración no tiene que ser solo económica, puedes donar algo igual de valioso como es tu tiempo siendo voluntario y trabajado en algún proyecto humanitario.
- Evita el consumo de combustible. Ya hemos comentado anteriormente cómo el consumo de productos locales puede reducir el uso de combustible. Pero, además, puedes hacer otras muchas cosas como ir a trabajar en bicicleta, utilizar el transporte público o, simplemente, caminar para desplazarte.
- Recicla y reduce el uso de plásticos. Impulsa el reciclaje de todo lo que tires a la basura separando lo orgánico, los plásticos, el cartón y el vidrio. De esta manera contribuirás a cuidar el planeta y sus ecosistemas.
Tal y como has visto, con pequeños gestos se pueden lograr grandes metas que favorezcan a todos y que garanticen a las futuras generaciones un mundo mejor y más sostenible.
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