¿Existe alguna enfermedad más común y habitual que un resfriado? Es difícil pensar en alguna porque ¡todos los años nuestros hijos se resfrían! ¿A qué sí? Por lo general, los resfriados suelen ser la causa más reiterativa de faltas al colegio. Por este motivo,
hoy en Educo hablamos sobre los resfriados: síntomas, consejos para su prevención y cómo combatirlos.
¿Qué son los resfriados?
Los resfriados, llamados también constipados o catarros, son infecciones del tracto respiratorio superior. Estas infecciones son provocadas por diferentes virus, siendo el más habitual el rinovirus, seguido por el coronavirus. Por lo general nos resfriamos durante el invierno o en época de lluvias aunque el resfriado puede atacarnos durante todo el año. Existe una gran variedad de virus que producen resfriados y si bien cada persona desarrolla inmunidad al virus que le ha afectado luego de haberlo padecido, la cantidad de virus que provocan el catarro es tan enorme que podemos volver a contagiarnos un resfriado pero causado por un virus diferente.
Síntomas del resfriado
Los síntomas del resfriado pueden variar según el virus que nos afecte. Veamos cuáles son los principales síntomas del catarro:
- Rinorrea o secreción nasal
- Congestión nasal
- Presencia de moco amarillo o verde
- Presencia de estornudos
- Dolor de garganta
- Tos
- Dolor de cabeza
- Fiebre leve
- Dolores musculares
- Fatiga
Como ves, los síntomas no son graves. El resfriado genera incomodidad y se necesita paciencia para esperar la mejoría porque, como decían las abuelas, "debemos dejar que el virus haga su proceso". Ahora bien, si tu hijo tiene dificultad para respirar, mareos, vómitos que no desaparecen y dolor abdominal repentino, no lo dudes y consulta con tu médico pediatra.
7 consejos de prevención de resfriados
El virus se propaga por vía aérea cada vez que una persona infectada tose, estornuda o se suena la nariz. El momento de mayor contagio es durante los tres primeros días del resfriado, por lo cual durante esos días hay que extremar las precauciones para evitar la propagación de la enfermedad. Veamos ahora cuáles son los consejos para prevenir resfriados:
- Enseña a tus hijos a lavar sus manos con frecuencia. El lavado de manos con agua y jabón es la mejor manera de evitar la propagación de microbios. Practica con tus pequeños la manera adecuada de lavar sus manos (frotando las manos en profundidad con jabón durante al menos 20 segundos) y recuérdales hacerlo antes de comer, luego de ir al baño y luego de estornudar o toser, si se cubren la boca con la mano.
- Explícales a tus hijos cómo cubrirse la boca al estornudar o toser. La mejor manera es hacerlo con el pliegue del codo o con un pañuelo de papel que a continuación se desechará. ¡Da el ejemplo!
- Evita que tus hijos entren en contacto con personas resfriadas, dentro de lo posible.
- Si tus hijos están resfriados, déjales en casa para que hagan reposo y no contagien a más gente. Evitar las actividades no sólo les permitirá a tus hijos mejorarse sino que también cortará el círculo de contagio del constipado.
- Desinfecta todas las superficies que hayan estado en contacto con una persona acatarrada para evitar el contagio.
- Procura que tu hijo descanse bien para mantener así su sistema inmunológico en pleno rendimiento.
- Evita los cambios bruscos de temperatura y ¡abrígate! (pero sin exagerar: sudar y dejar que el sudor se enfríe en nuestro cuerpo puede ser perjudicial para nuestra salud).
¿Cómo combatir los resfriados?
Supongamos que la prevención no surtió efecto y ahora tu pequeño padece un constipado, ¿qué puedes hacer?
La realidad es que no existen recetas mágicas que hagan desaparecer la enfermedad, pero sí tratamientos que puedes aplicar para minimizar la incomodidad producida por los síntomas. Si tu hijo tiene fiebre, puedes administrarle paracetamol o ibuprofeno, según te haya indicado el pediatra y en la dosis adecuada a la edad y peso del niño. En caso de tos, puedes consultar a tu farmacéutico de confianza para ver si te recomienda un jarabe para la tos de venta libre para evitar la acumulación de secreciones en los pulmones y ayudar a la expectoración.
Por supuesto, mantén a tu hijo bien hidratado y asegúrate de que descansa. El reposo y
beber mucho líquido (no sólo agua, sino también zumos naturales, té o sopas) son fundamentales para mejorar del resfriado. Ingerir frutas ricas en vitamina C, como naranjas, puede ayudar a combatir la enfermedad y lograr una pronta recuperación. Si tu pequeño no puede respirar debido a la mucosidad, puedes calentar agua en una cacerola con unas hojas de menta y dejar que tu hijo respire el vapor.
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