Los parásitos o lombrices son una afección mucho más común de lo que puedes pensar. ¿Tu hijo está irritable, tiene picores, no quiere comer y duerme "mal"? Si estos síntomas hacen sonar una alarma en tu mente, no puedes perderte este post.
Hoy, en Educo, hablamos sobre los niños con parásitos, sus síntomas y su tratamiento.
¿Qué son las lombrices o parásitos intestinales?
Habitualmente hablamos de lombrices o parásitos intestinales pero ¿qué son en realidad?
Una infección producida por un oxiuro (o gusano) alargado y de color blanco, cuyo nombre científico es Enterobius Vermicularis. Según
CinfaSalud este parásito es responsable de una gran parte de las infecciones parasitarias intestinales en España. De hecho,
la Asociación Española de Pediatría informa que alrededor de un 40% de los niños en edad escolar (entre 5 y 14 años) padecen parásitos intestinales.
Síntomas de los parásitos intestinales
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Lo primero que debes entender es cómo se produce la infección por parásitos.
Las lombrices ingresan al organismo a través de la boca, generalmente esto sucede cuando el niño chupa su mano o un objeto contaminado. Al entrar al cuerpo, los huevos eclosionan en el intestino delgado y las larvas avanzan hasta el intestino grueso, donde continúan creciendo hasta llegar al estadío adulto. Las hembras bajan hasta el ano donde depositan huevos, generando picor en los niños. Cuando el niño infectado se rasca, los huevos se alojan bajo sus uñas, infectando todo aquello que toque y el ciclo vuelve a comenzar. La sintomatología puede variar dependiendo del parásito que haya ingresado al cuerpo. Veamos entonces síntomas comunes a la mayoría de las infecciones:
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Picor alrededor del ano: la presencia de huevos en la piel del ano genera picor. Si observas la zona, es probable que no reconozcas los huevos ya que son microscópicos pero seguramente puedas apreciar prurito. Si el niño se rasca, la infección puede extenderse a los genitales, generando irritación vaginal en las niñas.
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Despertares: el picor produce incomodidad que deriva en un sueño inquieto y despertares nocturnos.
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Infecciones en la zona anal debido al rascado y la erosión de la piel.
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Dolor abdominal: en los casos más agudos, el alto número de lombrices puede producir dolor de tripa.
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Presencia de "manchitas" blancas en las heces: los gusanos se eliminan a través de las heces. Presta atención a las heces de tus pequeños si sospechas que pueden tener parásitos.
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Inapetencia: la presencia de lombrices puede quitarle apetito al niño.
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas no dudes en consultar con el médico pediatra.
Diagnóstico y tratamiento de las lombrices intestinales
Como ya te hemos dicho, es necesario que acudas al médico ante la sospecha de la presencia de lombrices.
El doctor llevará a cabo una exploración de tu hijo para verificar si a simple vista se pueden observar lombrices (ya sea en la región anal, en las heces o en la ropa interior). Habitualmente,
el pediatra suele realizar además el test de Graham, que consiste en la aplicación de un celo en la región perianal que luego se examina con el microscopio.
Una vez confirmado el diagnóstico, el médico recetará un medicamento antiparasitario que permitirá que tu hijo elimine los parásitos a través de las heces. En caso de irritación anal o lastimaduras, el médico puede recetar alguna crema local para aliviar la sintomatología.
5 consejos para prevenir los parásitos en los niños
La presencia de parásitos es mucho más habitual de lo que puedes creer y su tratamiento es sencillo, pero ¡prevenirlos es aún más fácil! Para ello:
- Lava meticulosamente los alimentos, especialmente las verduras de hoja (que suelen ser los alimentos más complicados de lavar).
- Cocina bien las carnes ya que una carne infectada puede ser el desencadenante de esta afección.
- Enseña a tus hijos a lavarse las manos con agua y jabón antes de comer y después de ir al baño: explícales que es necesario lavar bien las manos, dorso y reverso así como también entre los dedos y bajo las uñas.
- Explica a tus hijos que no deben meterse objetos en la boca: el contagio de los parásitos se da por boca, al chupar las manos o juguetes infectados.
- Si tienes mascotas, recuerda desparasitarlas regularmente.
Si tu hijo tiene parásitos, no desesperes. Como ya te hemos explicado, el tratamiento es sencillo. Sabemos que se trata de una afección que genera un poco de escalofríos pero tranquilo: en poco tiempo tu hijo estará totalmente curado. Derechos de las imágenes:
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