Según datos de UNICEF 1 de cada 5 niños de entre 10 y 19 años (un 20,8%) sufre algún tipo de problema de salud mental diagnosticado. Además del apoyo de la familia y de la ayuda de un profesional de la psicología, se pueden utilizar otras herramientas como la tecnología, que puede ser una gran aliada para ayudar y proteger a los niños y niñas. En este post te damos varios ejemplos de aplicaciones que pueden ayudar a los más pequeños a mejorar su salud mental y a crecer sanos y felices.
Actualmente, los niños y niñas viven en entornos totalmente digitales en los que tienen acceso de forma muy sencilla a dispositivos como teléfonos inteligentes, tabletas u ordenadores. La información a la que acceden puede producir una sobreestimulación, pero, si se fomenta el aspecto del aprendizaje y del cuidado de la salud, el uso de la tecnología aporta beneficios para niños y niñas.
El uso adecuado y controlado de la tecnología puede aportar numerosos beneficios para la salud mental de niños y niñas como los siguientes:
Impulso de la inteligencia emocional.
Control del estrés y de la ansiedad.
Concentración para el estudio y para la atención en clase.
Ayuda por parte de expertos en salud mental de niños y niñas.
Autoconocimiento y aumento de la autoestima.
Fortalecimiento de las relaciones con otros niños y niñas y con los familiares.
Vivimos en una época en la que la tecnología ha modificado la forma en la que nos relacionamos, compramos y cuidamos de nuestra salud. Las aplicaciones diseñadas para los teléfonos móviles ofrecen servicios personalizados que pueden ser positivos para la salud mental de los más pequeños de la casa. En este sentido, en el mercado existen diversas aplicaciones que pueden ayudar a padres, madres y profesorado a proteger y mejorar la salud mental de niños y niñas. Las vemos a continuación:
1. Aplicaciones de seguimiento y registro. Estas aplicaciones permiten a los alumnos y alumnas realizar un seguimiento de su estado emocional, hábitos de sueño, actividad física, niveles de estrés, entre otros aspectos relevantes para la salud mental. Al registrar esta información, los alumnos pueden tomar conciencia de sus patrones y recibir recomendaciones personalizadas para mejorar su bienestar. En este sentido, desde Educo pusimos en marcha la aplicación app B-Resol para que los centros educativos, de ocio y deporte o entidades sociales puedan poner a disposición de los usuarios. A través de esta herramienta, cualquier adolescente puede alertar de situaciones de acoso. Y es que la violencia hacia niños, niñas y adolescentes es una gravísima lacra y como ONG de infancia, trabajamos para que su derecho a la protección se cumpla acompañando a más de 400 centros educativos y entidades sociales de España.
2. Aplicaciones de mindfulness y meditación. Las aplicaciones enfocadas en la meditación ofrecen ejercicios de relajación, meditación y mindfulness diseñados para reducir el estrés, mejorar la concentración y promover la atención plena. Pueden incluir técnicas de respiración, visualización, música relajante y guías de voz para ayudar a los alumnos y alumnas a encontrar la calma y el equilibrio emocional. Se adaptan al horario que elija el alumno o alumna y son beneficiosas para situaciones de estrés por exámenes o personas con problemas de atención. Se pueden utilizar en casa individualmente o en clase con la guía del profesorado.
3. Aplicaciones de apoyo social. Son aplicaciones que aportan una plataforma para que los alumnos se conecten con otros estudiantes que puedan estar experimentando situaciones similares. Pueden incluir grupos de apoyo en línea, foros de discusión, chats privados y funciones de mensajería para fomentar la solidaridad, el intercambio de experiencias y el apoyo mutuo. Este tipo de aplicaciones son muy beneficiosas para casos de acoso escolar, depresión o estrés. También es importante que en casos más graves el alumno o alumna tenga el apoyo de un profesional de la psicología.
4. Aplicaciones de educación emocional. Para los niños y niñas regular y entender las emociones es complicado. Crecen y se enfrentan a sentimientos intensos que no pueden controlar. Las aplicaciones de educación emocional ofrecen recursos educativos interactivos y herramientas para desarrollar habilidades de inteligencia emocional. Pueden incluir actividades de autoconocimiento, técnicas de regulación emocional, ejercicios de resiliencia y estrategias para gestionar el estrés. Estas aplicaciones ayudan a los alumnos y alumnos a comprender y manejar mejor sus emociones y las de otras personas.
5. Aplicaciones de terapia digital. Son aplicaciones que dan acceso a terapia en línea con profesionales de la salud mental, como psicólogos o terapeutas. Los alumnos pueden realizar sesiones de terapia a través de videollamadas o chats privados y anónimos, lo que les proporciona un espacio confidencial para abordar sus preocupaciones y recibir apoyo emocional.
6. Aplicaciones para favorecer un sueño reparador. Dormir bien es un elemento esencial para la salud física y mental de los niños y niñas, Para favorecer un sueño reparador que favorezca que los más pequeños afronten el día con energía existen aplicaciones que ayudan a meditar para dormir o cuentos para relajarse antes de dormir, por ejemplo.
7. Aplicaciones para impulsar la práctica del deporte. La OMS recomienda que los niños y adolescentes realicen una media de 60 minutos de una actividad aeróbica de intensidad moderada al día, tres veces por semana. La actividad física favorece la salud mental de niños, niñas y adolescentes de todas las edades, previene la obesidad y favorece el juego con otros niños y niñas de la misma edad. En este sentido también destacan las aplicaciones de yoga o fitness enfocadas a niños y niñas de todas las edades. Los ejercicios se adaptan en función de la edad del niño o niña y los pueden practicar solos o se pueden hacer en familia. En numerosas ocasiones estas aplicaciones se complementan con consejos sobre nutrición y hábitos de vida saludables.
Es importante destacar que, si bien las aplicaciones tecnológicas pueden ser útiles para mejorar la salud mental, no deben reemplazar el apoyo profesional en casos más graves o complejos. Si un alumno o alumna está experimentando dificultades significativas, se recomienda buscar la orientación de un profesional de la salud mental. En definitiva, tanto los padres y madres como el profesorado son quienes tienen un papel importante para asegurar la salud mental de los más pequeños, pero es cierto que la tecnología, bien usada, puede ser muy favorable para la salud mental de los niños y niñas.
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