El empoderamiento de las mujeres a través de la educación es una de las herramientas más potentes y efectivas para la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, y hay más. En este artículo te contamos las tendencias que contribuirán a empoderar a las mujeres en este 2024.
Los avances tecnológicos, las iniciativas de educación y bienestar y otras tendencias que favorecen a las mujeres se perfilan como esenciales para contribuir a la igualdad de género y para lograr un mundo en el que se reconoce y celebra la contribución femenina en todos los ámbitos. Sin embargo, las mujeres se enfrentan a desafíos diarios como los siguientes:
La falta de acceso a servicios de salud de calidad, en especial en zonas menos favorecidas.
La dificultad para obtener una educación de calidad y para prolongar su formación más allá de la educación primaria.
La desigualdad en el ámbito laboral (techo de cristal, brecha salarial de género).
La falta de referentes femeninos en los que fijarse por parte de las niñas.
Las nuevas tecnologías son un poderoso motor de cambio, y las mujeres están en el corazón de esta transformación. La inteligencia artificial (IA) y el machine learning ofrecen nuevas oportunidades para que las mujeres se involucren en campos que tradicionalmente han estado dominados por hombres, desafíen estereotipos y abran caminos hacia el liderazgo y la innovación.
La tecnología blockchain, además, ha democratizado el acceso a los recursos financieros y ha permitido a las mujeres emprendedoras obtener capital y gestionar sus negocios con mayor seguridad y transparencia.
Según el informe New Gem Women’s Entrepreneurship Report Underscores Breaking Stereotypes and Seizing Opportunities, solo 2 de cada 5 emprendedores son mujeres y en startups tecnológicas encontramos un 2,7% de mujeres frente a un 4,7% de hombres. Por lo tanto, el impulso del emprendimiento femenino es fundamental.
Para lograr que las mujeres creen sus propios negocios se están impulsando las incubadoras de negocios que ofrecen apoyo específico para mujeres y redes de financiación colectiva que promueven proyectos liderados por mujeres.
Estas iniciativas no solo abren las puertas hacia nuevas oportunidades de negocio, sino que también crean una comunidad de apoyo mutuo entre mujeres emprendedoras. Para impulsar a las mujeres empresarias es necesario:
Fomentar la participación en sectores dominados por los hombres como los relativos a las TIC.
Eliminar estereotipos de género en emprendimiento.
Celebrar el éxito de las empresarias.
Crear redes de ayuda para mujeres emprendedoras.
La salud y el bienestar esenciales para el empoderamiento femenino. La igualdad de género debe ir más allá de la igualdad salarial o de la representación en cargos públicos o privados, también se debe impulsar la salud de las mujeres. Por ejemplo, en muchos casos son ellas las que asumen las responsabilidades familiares y se enfrentan, por ello, a desafíos en su entorno laboral, lo que genera estrés y problemas de ansiedad. Es fundamental cuidar su salud y fomentar la igualdad para que los hombres también asuman responsabilidades en el entorno del hogar.
En este sentido, se están impulsando programas de apoyo psicológico, flexibilización de horarios, trabajo remoto y medidas que trabajan para un equilibrio sano entre vida profesional y familiar.
Naciones Unidas pone de manifiesto que, en todas las regiones, a las mujeres se les paga menos que a los hombres y que la brecha salarial de género ronda el 20% a nivel mundial. La desigualdad sigue existiendo y, por el mismo trabajo, muchas mujeres reciben un salario inferior al de los hombres. En este sentido, los Objetivos de Desarrollo Sostenible persiguen alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.
El 2024 se perfila como un año de avances significativos para las mujeres en varios frentes. A través de la tecnología, la educación, el emprendimiento, la participación social y el cuidado de la salud. El empoderamiento femenino debe de ser una confluencia de esfuerzos individuales y colectivos y políticas inclusivas. Es una visión de un mundo donde las mujeres no solo participan plenamente en todos los aspectos de la vida, sino que también lideran y moldean el futuro. A medida que este futuro se hace realidad, cada uno de nosotros tiene un papel crucial que desempeñar en su construcción.
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