Los alumnos y los maestros del colegio de
Talous, una
pequeña aldea situada al este de Camboya, han unido esfuerzos para renovar el centro y convertirlo en un
espacio “amigo de la infancia”.
Con su ilusión y el apoyo de Educo, la vieja escuela está mejorando su equipamiento y el profesorado ha recibido formación para modernizar las metodologías de aprendizaje.
Esta escuela rural, situada en un margen del río Mekong, es una de las diez con las que trabajamos en el distrito de Chetra Borei, en la provincia de Kratié, donde también hemos financiado la construcción de tres nuevos centros en zonas remotas de difícil acceso al otro lado del río. Las diez escuelas mencionadas, todas ellas con graves carencias y situadas en zonas pobres, forman parte del proyecto que llevamos a cabo con nuestro socio local
KAFDOC con el fin de
convertirlas en “escuelas amigas de la infancia”, un concepto asociado a la defensa de una educación centrada en el interés del niño y despertar su afán por aprender.
La estrategia abarca un conjunto de soluciones que van desde la renovación de espacios, la dotación de material didáctico o la formación del profesorado hasta la participación de los alumnos en su centro y en la comunidad, el apoyo de las autoridades educativas de la zona y la sensibilización de las familias sobre la importancia de la educación de los niños.
Una "educadora" de 11 años
Sun Chay está orgullosa de su nuevo papel de líder estudiantil
Sun Chay (11 años) estudia quinto de primaria en Talous. Sus compañeros la han elegido como
Child Peer Educator de su clase, una especie de delegada que representa a sus compañeros ante la escuela, ayuda a otros niños con dificultades de aprendizaje y participa en los órganos de debate en la comunidad. Allí se encuentra con otros niños y niñas que, como ella, asisten en representación de sus respectivas escuelas para exponer las necesidades de los alumnos y defender sus puntos de vista ante las autoridades locales, los líderes comunitarios y otros representantes sociales.
Recientemente, en una de estas reuniones mensuales a las que asiste, presentó una lista con todos aquellos problemas que, según ella, presenta su escuela: alto absentismo escolar, elevados niveles de repetición de curso entre los alumnos, falta de apoyo por parte de las familias para que los niños estudien, ruido y contaminación debido a la proximidad de la estación de transbordadores que cruzan el Mekong, invasión del patio por parte de niños de fuera, y mal estado del camino de tierra que lleva a la escuela, demasiado polvoriento en la estación seca y enfangado en la época de lluvias.
Su denuncia ha tenido efecto. De momento, ha conseguido que
los representantes de la comunidad y las autoridades locales se comprometan en apoyar a la escuela y reducir así el fracaso y el abandono escolar. También el centro ha visto
mejorar las aulas y la biblioteca con nuevos materiales didácticos. Y, además, han arrancado el compromiso del propietario del transbordador para arreglar el camino de tierra y facilitar el acceso de los alumnos. Sun Chay está convencida de que se trata de un primer paso:
“Espero ir viendo más cambios en mi escuela durante este curso”.
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