Kanchan Rabi Das es un adolescente
bangladesí que vive en Mymensingh, una zona rural y empobrecida situada al norte de la capital, Dhaka. Después de estudiar primaria en una de nuestras escuelas, tuvo que ponerse a trabajar de barbero para mantener a su familia. Pero su deseo era –y es– seguir formándose y
hoy puede ir al instituto gracias a la ayuda de Educo. Él mismo ha querido
trasladar a todos nuestros padrinos y colaboradores su agradecimiento por el apoyo recibido.
“Mi padre era barbero. Hasta su fallecimiento, a principios del año pasado, era la única persona de nuestra familia que ganaba algo de dinero, pero los escasos ingresos apenas eran suficientes para cubrir los gastos familiares y no alcanzaban para pagar mi educación. Por suerte, pude estudiar en una de las escuelas de Educo, la shikkhaloy [colegio rural] de Lalpur (en el subdistrito de Trishal) y completar la educación primaria.
Cuando murió mi padre, la situación empeoró. Mi familia se encontró de repente sin recursos económicos y por esto tuve que ponerme a trabajar en su antigua profesión de barbero. Pero mi deseo era seguir estudiando y por esto me matriculé también en el instituto de Mokkhopur. Por la mañana iba a clase y después a trabajar a la barbería. Era duro, porque dado que me estoy iniciando en el oficio, no gano lo suficiente para mantener a mi familia y costear mis estudios, así que progresivamente fui dedicando más horas al trabajo que a la escuela y apenas podía seguir los estudios, hacer los deberes...
En esta situación, Educo me ayudó de nuevo para que pudiera estudiar secundaria. Ahora puedo ver la luz de la esperanza y combinar los estudios con mi oficio. Agradezco el apoyo que me han prestado todo este tiempo, y el que sigo recibiendo, y deseo fervientemente que Educo siga ayudando a otros chicos de entornos marginales como yo”.
Cerca de 2.000 jóvenes beneficiados
Igual que en el caso de Kanchan Rabi Das, un total de
1.931 jóvenes y adolescentes de Bangladesh que han estudiado primaria en nuestras escuelas en el país se benefician de la ayuda de Educo para
cursar secundaria y ciclos superiores. Se trata de chicos y chicas que se ven obligados a abandonar los estudios debido a la falta de recursos de sus familias y el poco valor que éstas dan a su educación. En muchos casos, sus padres los empujan hacia el mercado laboral (en el caso de los varones) o hacia el matrimonio precoz (en las chicas).
La ayuda de Educo cubre los gastos educativos y el material escolar e implica el compromiso de las familias en la escolarizacion de sus hijos. El acceso a la enseñanza superior abre a estos jóvenes un abanico de posibilidades para mejorar su porvenir y huir del círculo de miseria y marginalidad que les rodea.
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