Unidos contra el trabajo infantil

Impulsamos una alianza de oenegés en Burkina Faso para luchar contra la explotación laboral de niños en los pozos auríferos, orificios excavados en el terreno donde los pequeños descienden y escarban en busca de polvo de oro. Se trata de una actividad extendida por todo el país que, además de ser peligrosa y dañina para su salud, les aleja de la escuela. A pesar de estar prohibido, el trabajo infantil en Burkina Faso es una dramática realidad que afecta a miles de niños vulnerables y una de las peores formas de explotación laboral es el trabajo en estas minas de oro. Aunque no hay datos exactos, un estudio del gobierno burkinés y Unicef constataba en el año 2006 que cerca de 27.000 niños vivían en zonas próximas a estos yacimientos, y la mayoría –principalmente de entre 6 y 17 años– trabajaban en ellos movidos por las condiciones de pobreza de su entorno. En muchos casos, son los propios padres quienes empujan a sus hijos a este trabajo. Para los responsables de las explotaciones, contar con mano de obra infantil supone un importante ahorro de costes.

Muchos abandonan la escuela

Al principio, estos pequeños trabajan de manera esporádica, después acuden los fines de semana y días festivos, y al final, acaban dedicándose todos los días a esta actividad que se lleva a cabo sin ningún tipo de seguridad y con jornadas que pueden llegar hasta las doce horas de faena. En los yacimientos, los pequeños descienden por los pozos -que en muchas ocasiones son tan estrechos que solo permiten el paso de un niño-, escarban en los túneles subterráneos y participan activamente en las tareas de cribado y lavado del polvo de oro que extraen. A pesar de la dureza del trabajo y los sueldos ínfimos, muchos abandonan los estudios para dedicarse a las minas. Para luchar contra esta situación, nos hemos unido con cuatro ONG locales (Enfants du monde, Tabital, Ased y Adefad) en un comité creado específicamente para abordar esta situación y hacer presión ante las autoridades para erradicar esta forma de explotación infantil. Recientemente, la primera reunión del grupo estableció una hoja de ruta para definir un plan de acción, en base a la experiencia de cada entidad en proyectos de atención a la infancia y de sensibilización sobre los derechos de los más pequeños. En la provincia de Yatenga, al norte del país, donde estamos presentes con proyectos en 67 escuelas de 45 comunidades, las explotaciones auríferas atraen a muchos niños para trabajar. Este es uno de los factores que explican elevado nivel de abandono escolar que se registra en esta zona y que ronda el 80% en primaria.

Un joven desciende por la entrada a uno de los pozos de extracción, en la provincia de Yatenga

 

Un chico procede al lavado y cribado del polvo de oro, en uno de los yacimientos

     

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