Con 1,7 millones de personas con necesidades urgentes de protección,
El Salvador es uno de los países foco de crisis olvidadas, donde la
población se ve obligada a huir de la violencia sin que el Estado le brinde respuestas eficaces.
Aquí, de la mano de la
Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), trabajamos para dar asistencia humanitaria, contribuir a la resiliencia, ofrecer protección ante futuros riesgos y mejorar la atención institucional de las personas afectadas por las crisis humanitarias. Hasta la fecha, hemos apoyado a un total de 1.750 personas: 500 niñas y adolescentes, 850 mujeres, 400 hombres y 260 personas de las administraciones públicas encargadas de velar porque se cumplan los derechos de la infancia.
Los niños, las niñas y las mujeres afectadas por la violencia, reciben, en un primer momento tras el desplazamiento,
kits materiales de primera necesidad para la alimentación, higiene, dignidad, así como apoyo para el alquiler de una vivienda. Además, apoyamos a las mujeres jefas de hogar para que elaboren su plan de vida y pongan en marcha pequeños negocios que les permitan fortalecer su economía y satisfacer las necesidades de sus familias.
También ofrecemos
formación al personal técnico de las instituciones que brindan atención directa y especializada a las víctimas para que puedan dar una respuesta humanitaria eficaz a niños, niñas y mujeres, reducir su revictimización y atenderles de la mejor manera posible.
Rosa (nombre ficticio) fue víctima de abuso sexual en su comunidad de origen por parte de pandilleros y víctima de violencia psicológica y económica por parte de su esposo. Ante esta situación se vio obligada a buscar refugio en una nueva comunidad junto a sus hijos y empezar de cero:
“Sentí miedo, decepción, tristeza e incertidumbre. Pasé muchas noches sin poder dormir pensando en cómo retomar mi vida, protegerme y proteger a mis hijos. Me sentí abandonada y sin saber qué hacer o a dónde acudir. Gracias al proyecto mis hijos pudieron empezar en la escuela, tengo acceso a atención psicológica y asistencia legal, he recibido dinero y apoyo para la puesta en marcha de un puesto de comida típica que me permitirá tener unos ingresos.”
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