Yahelia: "Tenemos una voz que merece ser escuchada"

A sus 16 años Yahelia ya ostenta el título de primera vicepresidenta del Consejo Consultivo Nacional de niños, niñas y adolescentes y ha participado en el Foro Nacional de Protección que tuvo lugar en Montevideo, Uruguay, adonde viajó desde Ecuador. Primero representó a su escuela, luego a su comunidad y ahora a todo el país. Ella misma nos cuenta qué responsabilidad implica su cargo.

¿Quién te informó sobre los consejos consultivos de niñas, niños y adolescentes?
Los conocí en mi colegio. Me presenté como presidenta del Consejo Estudiantil y, gracias al apoyo y confianza de mis compañeros, pude ganar. Luego también me presenté al Consejo Consultivo de Niñas Niños y Adolescentes de Pedro Carbo, el cantón al que pertenece mi municipio.

¿Qué te motivo a participar?
Me pareció una buena idea porque aquí nuestras voces son escuchadas y creo que es primordial que se tome en cuenta nuestra opinión.

¿Qué opinaron tus padres acerca de tu participación?
Mis padres vieron que era una buena idea y se sintieron muy orgullosos de que participara en un lugar donde podemos demostrar nuestras capacidades como niños, niñas y adolescentes.

¿Cómo te sentiste al ser elegida parte del Consejo Consultivo Cantonal de Pedro Carbo?
En realidad, yo no pensaba que podía ganar y al momento que los otros niños y niñas votaron por mi sentí mucha satisfacción y emoción.

¿Y luego, cuando fuiste elegida representante de la provincia de Guayas?
Tenía un poco de miedo porque no solo iba a estar yo, sino también representantes de otros lugares e iban a estar muchos chicos y chicas con muchas capacidades. Creo que me ayudó mucho convertir mis miedos en anhelos.



Finalmente, también fuiste elegida primera vicepresidenta del Consejo Consultivo Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes…
Sentí mucha emoción, satisfacción y orgullo, no solo por mí, sino por todas las chicas y los chicos que estuvieron y demostraron mucho talento. Porque expresarse y participar de la manera como ellos lo hicieron yo lo catalogo como talento. Y ser elegida la primera vicepresidenta fue una felicidad tan grande que luego pude compartir con toda mi familia.

Durante todo este recorrido, ¿cuál ha sido la experiencia más bonita?
Ante todo, fue la oportunidad de conocer a otros chicos y chicas de diferentes lugares con quienes pude intercambiar experiencias. Eso es algo que nunca podrá salir de mi mente y de mi corazón: las amistades que se pueden hacer durante este proceso. 

¿Qué has aprendido?
Pude conocer las experiencias de otros niños, niñas y adolescentes; pude conocer todos los derechos que tenemos y, sobre todo, que debo alzar mi voz para defenderlos porque somos prioridad.

También viajaste a Uruguay… ¿cómo fue la experiencia?
En el Foro Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes, en Montevideo, se citaron 12 países, entre ellos Ecuador. Nuestro país es uno de los asociados y participamos con dos representantes. Tuvimos la oportunidad de exponer las problemáticas en nuestro país, las posibles soluciones y el proceso que estamos realizando para cada una de ellas. Debo agradecer a todos los hicieron posible mi participación, especialmente a CON.ECUADOR (la ONG socia de Educo en el país).



¿Cuál fue tu mensaje en el foro?
El mensaje que siempre llevo y compartí en ese momento es que no callemos, nosotros tenemos una voz y esa voz merece ser escuchada. Levantemos nuestras cabezas y digamos: “Nosotros podemos, porque son nuestros derechos”.

¿Cuáles crees que son los principales retos garantizar los derechos de la infancia?
Creo que, más que todo, se trata de un reto personal que debemos tomar todos y empezar a hacer algo ya.

¿Y qué podemos hacer?
Como dice mi papá: “Ya tenemos las herramientas y los recursos”, solo nos hace falta ponerlas sobre la mesa y convertirlas en acciones, ¡comenzar a actuar! Una frase que me llamo mucho la atención en el foro fue “nada de nosotros sin nosotros”. Quiero que la pongamos en práctica y que en el momento de hablar de la infancia todos tomen en consideración nuestra palabra, nuestra voz y nuestro voto.
 

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