¡Socorro, mi hijo no quiere desayunar!

¿Tu hijo es de esos niños que muerde la tostada y dice que no quiere más? ¿Medio vaso de leche queda abandonado sobre la mesa cada mañana? Entonces no te puedes perder este post. Hoy en Educo hablamos sobre el niño que no quiere desayunar y te damos consejos para ayudarle.

La importancia del desayuno

La sabiduría popular sostiene que el desayuno es la comida más importante del día. De hecho, seguramente has escuchado más de una vez esa frase que reza: "hay que desayunar como rey, comer como príncipe y cenar como mendigo".

Los padres y las madres suelen perseguir a todos los niños para que acaben su desayuno, aunque más no sea un vaso de leche y una tostada. Al fin y al cabo, después de un largo tiempo de reposo, el cuerpo necesita combustible para iniciar el día con energía.

Durante los últimos años, hemos podido leer estudios cuyas conclusiones apuntaban a un mejor rendimiento académico por parte de niños que habían desayunado. Pero, ¿es realmente eso cierto? La ciencia está en continuo cambio y lo que hace unos años era "ley", hoy puede parecer desfasado y en dos años, volver a ser ley.

A principios de 2018, se ha publicado un nuevo estudio sobre la importancia del desayuno y sus conclusiones ¡te sorprenderán! Alfredo Martínez, catedrático de Nutrición en la Universidad de Navarra, miembro del CiberObn (Área Temática de Obesidad y Nutrición dependiente del Instituto de Salud Carlos III) y asesor del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados, sostiene que "el desayuno es una comida más, ni más ni menos importante que la cena o la comida".

Por su parte, Elizabeth González, nutricionista y fundadora del portal Slownutricion, afirma que "cada persona tiene unas necesidades. No hay que obligarse a comer algo que no apetece". Por lo tanto, si un niño no quiere comer, no debería obligársele.

Las conclusiones de las diversas investigaciones se dirigen a una nutrición personalizada, donde se piense de manera específica en las necesidades calóricas de cada persona. Así, si una persona cena de manera ligera, el desayuno cobraría una mayor importancia que en quien cena carbohidratos complejos, que aportan un mayor nivel de saciedad.

Lo que debes tener en cuenta es que el desayuno debe aportar un 20% de las necesidades nutricionales diarias, con lo cual, si tu hijo no desayuna tanto como tú deseas, ¡no desesperes!

Siempre es recomendable que el niño no vaya al colegio con el estómago vacío. Sin embargo, como padres, debemos aprender a relajarnos un poco y aceptar que quizá no sea capaz a primera hora (y medio dormido) de beber un vaso de leche y comer una tostada y una pieza de fruta. Rebajar las expectativas puede ser la mejor opción.

¿Cómo preparar un desayuno nutritivo?

Para preparar un desayuno nutritivo para tu hijo, debes combinar adecuadamente los diferentes grupos alimentarios principales. Te recomendamos escoger alimentos que a tu pequeño le gusten para evitar conflictos a primeras horas del día.

Veamos juntos algunas posibilidades:

• Fruta en cubos con granola y yogur.

• Pan integral con mermelada o queso y un vaso de leche o zumo natural.

• Avena con leche y miel

• Huevos revueltos y un vaso de leche

• Pan integral con cubitos de tomate y aguacate y un zumo natural

• Un huevo duro, unos trozos de manzana y un tazón de leche

• Pan tostado con queso crema y frutas

• Bocata de pavo y queso con tomate

• Leche con cereal y plátano

• Yogur con uvas pasas y nueces

Las opciones son múltiples. En nuestro post sobre desayunos equilibrados encontrarás más ideas.
Escoge aquellos alimentos saludables que a tu hijo le gustan y combínalos para lograr un desayuno nutritivo. Para hacerlo recuerda incorporar al menos dos grupos alimentarios: por ejemplo lácteo y carbohidratos, frutas y proteínas...

6 consejos para lograr que el niño coma por la mañana

Si bien hablamos de bajar las expectativas, eso no significa que te cruces de brazos y dejes que tu hijo se marche sin comer. Ofrécele un desayuno nutritivo y saludable y prueba con estos consejos para lograr que coma, aunque sea un poco:

1. No le obligues a comer: obligar a los niños a ingerir alimentos puede ser contraproducente, obteniendo como respuesta una negación rotunda a comer e incluso, rabietas.

2. Elige comida atractiva para el niño: como ya te dijimos, escoge alimentos que a tu hijo le gusten y combínalos de tal manera de que no pueda resistirse a ellos.

3. Juega con la comida: a veces una presentación bonita y simpática es todo lo que se necesita para que el niño se decida a probar un bocado. Otra opción con los niños más pequeños puede ser crear competiciones para ver quién come más o jugar al típico "avioncito".

4. Haz que tu hijo duerma bien: ¿sabías que dormir bien guarda relación con el apetito? Como lees, un niño que no duerme lo suficiente, se levantará cansado y no tendrá hambre.

5. Da el ejemplo: si tu hijo te ve desayunar de manera completa y saludable, a la larga, tenderá a imitarte.

6. Prepara un desayuno para el colegio: algunos niños no tienen hambre nada más levantarse pero sí una o dos horas después. Envíales un desayuno sano y nutritivo para que puedan comerlo en el colegio.

Como ya sabes, en Educo trabajamos para ofrecerle a niños en situación de pobreza al menos una comida completa y nutritiva al día. Ayúdanos a que todos los niños puedan disfrutar de una comida sana y equilibrada al día. Ingresa en el enlace y descubre cómo puedes hacerlo.

¿Qué te han parecido nuestros consejos para lograr que tu hijo desayune? Ármate de paciencia y acompaña a tu hijo en el proceso. Adoptar un nuevo hábito no es cuestión de dos días.

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