Veranos cada vez más calurosos, deshielo de los polos, osos polares que no tienen nada que comer… Son noticias e imágenes que vemos casi a diario en los medios de comunicación, pero ¿qué está ocurriendo? Es el
cambio climático, que ha venido para quedase salvo que tomemos medidas drásticas para frenarlo.
En agosto de 2018 una niña sueca de 16 años, Greta Thunberg se plantó delante del parlamento sueco para protestar contra el
cambio climático. Durante varios viernes siguió haciendo lo mismo e inspiró el movimiento llamado
Fridays For Future, que siguen miles de
jóvenes en todo el mundo. Su discurso ha calado hondo y ha hablado en la Cumbre del Clima de Naciones Unidas y en el Foro de Davos. Greta demuestra que tenemos en nuestra mano revertir el
cambio climático y que es un problema que debe preocuparnos a todos.
¿Qué es el cambio climático?
Antes de nada es preciso diferenciar dos conceptos que se suelen confundir que son el
cambio climático y el calentamiento global. Básicamente, el segundo es una consecuencia del primero.
El
cambio climático se puede definir como la variación global del clima en la Tierra. Esta variación se puede deber a causas naturales, pero sobre todo se debe a la acción del hombre.
Los efectos del
cambio climático se producen en diversas áreas (temperatura, precipitaciones, nubosidad etc.) y pueden extenderse más o menos a lo largo del tiempo. Actualmente, existe un consenso científico en relación a la idea de que la forma de producción y de consumo de energía que tenemos en la actualidad genera un
cambio climático global que puede tener importantes consecuencias en la tierra y en el sistema socioeconómico.
¿Qué consecuencias está teniendo el cambio climático?
Concienciarnos sobre el
cambio climático puede comenzar por conocer las graves consecuencias que está teniendo en el planeta:
- Meteorología intensa. Cada vez son más intensas las olas de calor, hay más incendios o se producen inundaciones que resultan devastadoras. El aumento de la temperatura de la Tierra produce estos fenómenos.
- Daños en la salud de las personas. Los fenómenos meteorológicos intensos y extremos tienen como consecuencia la escasez de agua potable y de alimentos. Esto produce la transmisión de enfermedades, hambre y otros problemas de salud en las personas, sobre todo en los países más pobres.
- Pérdida de medios de vida. La meteorología extrema produce pérdida de cultivos, de ganado y, por lo tanto, afecta al medio de vida de muchas personas en el mundo.
- Movilidad de las personas. Todo lo anterior, produce grandes desplazamientos de personas como consecuencia del clima. Se habla de desplazados climáticos para referirse a todas aquellas personas que tienen que abandonar el lugar en el que viven por una sequía o un desastre natural, entre otros motivos.
¿Qué puedes hacer para combatir el cambio climático?
Puede que pienses que luchar contra el
cambio climático depende solo de los gobiernos nacionales y de las instituciones internacionales pero, lo cierto es que podemos hacer muchas pequeñas acciones diarias que pueden contribuir a cambiar la situación actual y mejorar el medioambiente. Te proponemos algunas:
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Deja de utilizar tu coche
Los vehículos son unos de los mayores emisores de carbono, que contribuye al efecto invernadero. Para evitar la contaminación, sustituye el uso de tu coche por el transporte público, la bicicleta o un buen paseo. No solo lo agradecerá tu cuerpo porque te pondrás en forma, sino también el medioambiente.
Para lograrlo puedes hacer muchas cosas como: utilizar bombillas LED o de bajo consumo; no dejar aparatos eléctricos en stand by; no poner el aire acondicionado a temperaturas muy bajas o la calefacción a temperaturas muy altas; aislar tu casa para evitar pérdidas de calor y de frío; elegir aparatos eléctricos de bajo consumo; poner la lavadora y el lavavajillas solo cuando estén llenos y evitar utilizar la secadora; apagar las luces cuando no estés en casa o en las habitaciones que no estés utilizando; apostar por las energías renovables como la energía solar.
Tal y como decíamos anteriormente, nuestra forma de consumir influye notablemente en el cambio climático, por ese motivo es importante reciclar. Con pequeños gestos puedes cambiar las cosas. Por ejemplo, deja de utilizar bolsas de plástico, dale una segunda oportunidad a la ropa, juguetes y otros objetos, utiliza el contenedor adecuado para cada residuo que tires, etc.
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Acude a mercadillos de segunda mano
Pueden ser una buena opción para encontrar ropa, muebles u otros objetos que necesites y deshacerte de lo que no uses. Una buena opción, también, es el intercambio. Busca plataformas en internet en las que grupos de personas intercambien productos.
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Controla el consumo de agua
El agua es un bien escaso y es muy importante cuidarlo, por eso: cierra los grifos cuando no estés usando el agua, dúchate en lugar de bañarte, o utiliza grifos que reduzcan el caudal.
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Enseña a tus hijos e hijas a respetar al medioambiente
La responsabilidad de frenar el cambio climático no es solo nuestra, sino también de nuestros hijos e hijas, por eso, es importante que aprendan desde pequeños, tanto en el colegio como en casa, la importancia de reciclar, de controlar el consumo de agua o de utilizar medios de transporte ecológicos.
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Come de forma responsable
La forma que tenemos de consumir comida también influye en el clima. Por ejemplo, es importante reducir el consumo de carnes, debido a que la ganadería es uno de los contaminantes de la atmósfera, y aumentar el consumo de frutas y verduras. Por otra parte, también es esencial comprar productos que tengan un origen cercano para evitar la contaminación que supone su transporte y que sean de temporada, para evitar medios de producción que no son sostenibles.
Frenar el
cambio climático está en nuestras manos y concienciarnos de cómo pequeñas acciones diarias pueden influir para mejorar las cosas, es el primer paso.
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