Saber disfrutar de la naturaleza solo tiene beneficios: es una manera de aprender sobre el mundo en el que vivimos, fomenta el ejercicio físico y mejora la salud.
A los niños además les permite explorar libremente, les prepara para solucionar problemas, aprenden a compartir y convivir, y a valorar lo que tienen. Si alguna vez tus hijos han puesto mala cara ante una propuesta de pasar el día en el campo, es porque aún no se han divertido en la naturaleza.
Claves para inculcar su amor por jugar al aire libre y disfrutar de la naturaleza
Todo empieza en casa
La naturaleza puede resultar intimidante a un niño, sobre todo si no está expuesto a ello. Mucho antes de hacer senderismo por ejemplo, habría que empezar a inculcar en él un interés por caminar y por
cuidar de la naturaleza.
Una actividad divertida para hacer en casa es plantar un pequeño huerto o jardín, o una planta, dependiendo del espacio que se tenga. Es importante dejar que los niños elijan lo que quieren plantar y con tu ayuda, hacerles responsables de ello. El “milagro” de ver crecer algo que ellos mismos han sembrado, no sólo es mágico, sino que hace que el niño aprenda a respetar la naturaleza.
Compra guantes, una pala y un cubo para su edad. Motívale a pintar o personalizar su equipo de jardinería.
Pequeños Pasos
Ir con niños pequeños al campo, hacer senderismo o camping al principio puede resultar más difícil que divertido. Por eso
es importante empezar cuando son pequeñitos. Es recomendable empezar con caminatas o paseos fáciles y cortos. Y es mejor que se queden con ganas de más que empujarles demasiado.
Si ya saben caminar, deja de usar el carrito de niño y opta por una mochila de bebé si se cansan. Con esta opción harás más ejercicio, pero también inculcarás un hábito sanísimo en los más pequeños y les prepara para disfrutar mejor de la naturaleza.
En lugar de usar el coche, camina con ellos a correos, a la tienda o al parque. Alguna tarde entre semana, procura caminar por el barrio simplemente a dar una vuelta.
Comunicación
Si crees que ya están preparados, explícales a tus hijos el plan. Cuéntales a dónde vais a ir y las cosas que vais a ver: árboles gigantes, un bosque, un río, ruinas, animales, pájaros, plantas especiales, etc. También es importante contarles lo que esperas de ellos: si tienen que ayudar a llevar algo procura que no sea demasiado pesado.
Empieza dándoles responsabilidades pequeñas como llevar su propia cantimplora, linterna, lupa, etc. Si les haces partícipes del proceso, les ayudará a ser más responsables y autónomos.
Paciencia
Hay que
ser pacientes y tener cuidado con no exigirles demasiado.
Recuerda que lo que a ti te resulta familiar, a los niños les puede asustar: lugares extraños, sonidos, oscuridad, animales, inclemencias del tiempo, tener que improvisar, etc. Por eso es importante hablar con ellos antes de salir y preparar actividades divertidas para hacer durante el camino.
Si se cansan, aprovecha para hacer una pausa y no te frustres si no se cumple tu plan de acabar la caminata o el paseo. Durante la pausa, procura darles de beber y de comer.
Los niños necesitan parar con más frecuencia porque tienen menos masa corporal y menos músculo. Disfrutar de una chocolatina o frutos secos durante 5 o 10 minutos les cargará de energía.
Recompensas
Deja que sean los líderes y vayan por delante. Lleva algo de comer o beber que les guste y también un caza mariposas, un bote para guardar insectos y una bolsa de plástico donde guardar la basura.
Todos los niños desean sentirse independientes y hacer cosas por su cuenta.
Jugar
Cualquier actividad es mucho más divertida si se hace jugando. En el campo o la montaña, podréis
jugar al veo-veo (con tipos de pájaro, nubes, plantas, etc.) o a identificar insectos, hojas, plantas o árboles.
Motívales a hacer preguntas sobre la naturaleza. Si no sabes las respuestas, procura aprender juntos al llegar a casa o preguntándole al abuelo. Otra actividad divertida es que saquen fotos de lo que les gusta. Si se tiene más de una cámara, se puede organizar un concurso de fotos que en casa, podéis ver juntos.
Deja que recojan piñas, castañas, hojas, palitos de madera, piedras y que hagan una escultura o un dibujo en el suelo. Cúbreles los ojos y que caminen despacio para escuchar, sentir y palpar lo que les rodea.
Hacer Planes Juntos
Habla con tus hijos acerca de todas las actividades que podréis hacer una vez que estén preparados:
ir en canoa, dormir bajo las estrellas, esquiar, subir montañas, escalar… Y no olvides de preguntarles qué cosas les gustaría hacer a ellos. Hacer planes juntos es mejor.
Recuerda que los padres son el espejo en el que se miran sus hijos. De acuerdo a cómo reacciones y cómo te comportes en diferentes situaciones, aprenderán a seguir tus pasos.
Derechos de imágenes:
WoodleyWonderworks,
Mike Goren,
U.S. Department of Agriculture,
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