Comer bien es fundamental para ser feliz. Y no nos referimos a comer en cantidad, sino a comer variado y en porciones adecuadas a la edad y necesidad personal. Nuestro cuerpo necesita 114 nutrientes básicos al día, entre carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales, aminoácidos y fibras.
Para obtenerlos, es fundamental una alimentación variada que incluya raciones diarias de vegetales y frutas, entre otros alimentos. Los malos hábitos y los excesos pueden ser causantes de diferentes enfermedades así como también de depresión e insatisfacción. De hecho, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (
SEEDO) confirma "el papel clave de la nutrición en la prevención primaria de la depresión y aboga por el patrón de dieta mediterránea como el más recomendable".
La alimentación es la base de la felicidad
¿Por qué la dieta mediterránea ayuda a ser feliz? Sencillamente porque las frutas, las verduras, las legumbres, el pescado y los frutos secos se asocian con una reducción del riesgo de la depresión de un 40%. Considerando que algunas depresiones pueden producirse por déficit vitamínico, puede sobreentenderse que comer diariamente una variedad de alimentos reduciría ese riesgo.
Pero este no es el único indicador de que para ser feliz hay que comer bien, el
National Bureau of Economic Research, tras haber realizado tres investigaciones en el Reino Unido con una muestra de 80.000 personas, llegó a la conclusión de que
aquellas personas que comen más frutas y vegetales son menos propensas al nerviosismo, la ansiedad y la depresión y más felices y satisfechas con sus vidas. Aquellas personas que comían entre siete y ocho porciones de frutas y vegetales diarios, resultaron ser las más felices.
Aunque vale la pena destacar que quienes ingerían cinco porciones diarias, mostraban un nivel de felicidad similar al grupo mencionado anteriormente, sin importar otros factores como el estatus en el trabajo o la salud. Si bien no podemos decir que los datos de esta investigación sean concluyentes, es posible establecer una conexión entre la ingesta de frutas y vegetales y la felicidad.
¿Por qué comer frutas y verduras nos hace felices?
Las frutas y verduras aportan vitaminas y minerales y, si bien generan sensación de saciedad, son más livianas que otros alimentos, permitiendo una digestión rápida. ¡Cuando comemos frutas y verduras nos alimentamos bien y no sentimos pesadez! Además, estos alimentos poseen un alto contenido de agua que ayuda a mantenernos hidratados y a eliminar toxinas. Aportan también fibra, que ayuda a regular la función intestinal, poco sodio y mucho potasio, combinación perfecta para eliminar el exceso de líquidos. ¡Comiendo frutas y verduras nos vemos bien y nos sentimos aún mejor!
Quizás sea por esta conjunción:
sentirse bien + verse bien, que las personas que consumen diariamente frutas y verduras y mantienen una alimentación equilibrada se sienten más felices y satisfechas consigo mismas.
Así que ya sabes, si quieres ser más feliz, aliméntate equilibradamente dando importancia a las frutas y verduras y a beber mucha agua, y evitando el exceso de harinas, grasas y almidones. Si tú te alimentas bien, no sólo serás más feliz sino que además, ¡enseñarás a tus hijos a comer bien! Como bien sabemos los padres,
los peques aprenden más fácil con el ejemplo y nadie mejor que nosotros para enseñarles a cuidarse, comer bien y ser felices.
Incorporar frutas y verduras a la dieta diaria
Las recomendaciones médicas hablan de una
ingesta diaria de cinco porciones de frutas y verduras, algo que a muchos de nosotros puede parecernos imposible.... ¡y más cuando pensamos en la alimentación de nuestros hijos! Pues no lo es… ¡Tan sólo es necesario proponérselo! Para lograr cumplir con las raciones aconsejadas e incluso, superarlas e igualar a las personas más felices del estudio mencionado, tan sólo tienes que incorporar estos alimentos en cada una de tus comidas y las de tus hijos.
Puedes cortar
frutas para compartir con tus hijos en el desayuno, incorporar frutas a los cereales o verduras si os gustan los huevos revueltos. Lo mismo sucede con los bocatas: ¡agregad tomate, pimiento, lechuga y cualquier otra verdura que os guste a los bocatas! Quedarán sabrosos y más nutritivos. También puedes optar por preparar batidos de frutas hechos en casa. ¡Así es mucho más fácil comer frutas!
Existen muchísimas maneras de incorporar más frutas y verduras a nuestra dieta. Por ejemplo, también puedes preparar tus propias salsas para la pasta incluyendo zanahorias, cebollas y otros vegetales, además del famoso tomate frito, o incluso cocinar las clásicas croquetas de la abuela con verduras incluidas. ¡Los peques ni se enterarán de que llevan verduras y las comerán sin rechistar!
Puedes preparar también postres con frutas como helado casero, brochetas de frutas, ensalada de frutas o fondue de frutas y chocolate. Y si los niños te piden patatas fritas de bolsa, ¡prepara un snack más saludable, como unos chips de manzana al horno!
Se te ocurren más ideas? Si quieres sentirte más feliz y satisfecho contigo mismo, empieza por cuidar tu cuerpo a través de una alimentación saludable y adecuada a tu ritmo de vida y necesidades calóricas ¡Y enseña a tus peques a comer bien con tu ejemplo!
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David Dennis, Photl, Photl
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114 nutrientes... Pero un poco más específico como se llaman y de que alimentos salen esos 114 nutrientes?