Hoy, 25 noviembre, recordando el asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal en la República Dominicana, se celebra
el Día Internacional contra la violencia de Género. Los datos son escalofriantes. Hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida, 130 millones han sido sometidas a la mutilación genital femenina y cerca de 2 millones son forzadas a ejercer la prostitución. Sólo en España han sido asesinadas más de 640 mujeres en los últimos 10 años. Sin duda, la violencia contra la mujer es una violación de los Derechos Humanos. Pero también es una violación de los derechos del niño. Por eso es importante recordar que
detrás de las mujeres maltratadas están los niños que viven con ellas y el efecto traumático que tiene en los pequeños, aunque no sean testigos directos del maltrato, incluye trastornos físicos, emocionales, cognitivos, conductuales y sociales. Aquí te contamos cómo afecta la violencia de género a los niños.
Cómo influye en los niños
Según
Unicef, ni siquiera hace falta que se les ponga una mano encima para que tenga efectos devastadores en los niños.
Basta con escuchar o ser testigo de ello. De hecho, la Convención Internacional de los Derechos del Niño lo considera una “violencia mental”.
Save The Children, calcula que “hasta 800.000 niños viven y sufren la violencia doméstica entre sus padres y de todos ellos sólo un 4% recibe tratamiento y atención especializada.” Ira, depresión, trastornos de sueño y de alimentación, ansiedad, alteraciones de la personalidad, fracaso escolar… la lista de problemas, secuelas, alteraciones y trastornos que sufren estos pequeños parece no acabar nunca.
Los síntomas y las reacciones en los niños dependen de su edad y su nivel de madurez.
Mientras los pequeños hacen una regresión y empiezan a cultivar el mal genio y la agresividad, los mayores se vuelven desobedientes, violentos e incluso pueden llegar a auto lesionarse. Pero la violencia tiene secuelas que todos comparten. Secuelas que hacen casi imposible el desarrollo normal de cualquier niño: falta de auto estima y habilidades motoras y el retraso en el crecimiento y retraso escolar.
Efectos a largo plazo
Por si fuera poco, la violencia va conformando su personalidad y
los niños van asimilando patrones de conducta y falsas creencias y valores como que las mujeres son inferiores al hombre, la violencia contra ellas es normal y ser violento hace que los demás te respeten. En definitiva, copian la conducta de sus padres o aprenden a aceptar la violencia como algo normal.
¿Qué hacer contra la violencia de género?
A pesar de que este año,
España ha recibido en Ginebra una mención de honor del Premio de Políticas de Futuro (Future Policy Award 2014) por su esfuerzo en mejorar leyes y políticas del mundo que persigan poner fin a la violencia ejercida contra las mujeres
queda mucho por hacer.
Sabemos que la educación es la base de todo. Y en casos normales, la educación empieza en casa. Sin embargo, en el caso de estos niños, víctimas de la violencia de género, es en la escuela, en casa de sus amigos u otros familiares donde pueden aprender a desaprender.
Desde el colegio, profesores y educadores pueden reforzar la idea de que hacer daño no tiene justificación alguna. Esto es lo que defiende María José Díaz-Aguado, Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación de Universidad Complutense de Madrid. Asegura que la violencia de género se puede prevenir desde la escuela y que los programas de prevención pueden disminuir el sexismo, reducir el acoso entre iguales tanto en la escuela como en el ocio, y mejorar las relaciones con el profesorado. Lee el estudio elaborado por Diaz-Aguado
aquí.
¿Qué necesitan los niños?
A pesar de que la escuela y el colegio puede ayudar,
lo que realmente necesitan estos niños es apoyo y tratamiento y atención especializada. La campaña
“Stop Violence at Home” de Unicef y The Body Shop International, se ha hecho eco de la situación y creó un apartado de los 6 derechos básicos que ha de tener un niño para poder protegerse de los efectos de la violencia doméstica:
- Un entorno seguro
- Adultos que les escuchan, les protegen y les ayudan
- Un sentido de la rutina y normalidad
- Lugares seguros que proveen servicios de atención especializada
- Métodos alternativos y no violentos para resolver conflictos
- Portavoces que les defiendan y rompan el silencio
Para saber más acerca de la violencia de género en España, consulta
esta página del Instituto de la Mujer.
Derechos de imágenes:
Tommy Wong,
Rolands Lakis.
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