Nosotros no hemos aprendido en la escuela con el mismo sistema que aprenden nuestros hijos e hijas ahora. La educación está en constante evolución, y cada vez son más las escuelas que buscan maneras innovadoras de enseñar. En este artículo vamos a hablar del aula al aire libre, de lo que es y de los beneficios que aporta.
Una de las metodologías que se utilizan para innovar en la forma de enseñar consiste en aprender en contacto con la naturaleza en lugares como jardines, huertos, playas o parques. Salir de las cuatro paredes de una clase en la escuela al entorno natural da oportunidades únicas para hacer experimentos científicos, observar a los animales y a las plantas, concienciar sobre el cuidado del medioambiente y participar en juegos educativos.
Este enfoque facilita la comprensión de conceptos complejos y fomenta una educación integral que conecta a los estudiantes con el mundo exterior. En nuestra ONG Educo estamos convencidos de que la educación de calidad e integral protege a los más pequeños contra la violencia, el matrimonio o el trabajo infantil.
El aprendizaje al aire libre ofrece varios beneficios a distintos niveles para los niños y niñas. Los más destacados son los siguientes:
Diversos estudios han demostrado que el contacto de forma regular con la naturaleza puede mejorar el rendimiento de los estudiantes debido a varios factores:
La concentración y la atención de los estudiantes aumentan.
Los alumnos y alumnas reducen su estrés y retienen mejor la información.
Desarrollan su pensamiento crítico.
Impulsan su curiosidad por el entorno que les rodea lo que favorece un aprendizaje más profundo.
La ansiedad que puedan tener se reduce y mejora su estado de ánimo.
Todo lo anterior contribuye a que tengan más estabilidad emocional y se sientan mejor.
Estar al aire libre proporciona un entorno en el que se facilita el trabajo en equipo y la interacción entre el alumnado. Se pueden realizar actividades en grupo para favorecer valores como la empatía, la amistad, el respeto y la igualdad, y desarrollar habilidades interpersonales como la comunicación efectiva o la asertividad. Todas estas habilidades serán fundamentales en la vida adulta y favorecerán la existencia de sociedades más justas e igualitarias.
Hacer ejercicio físico es importante a cualquier edad y para los niños y niñas también lo es. El deporte es una parte importante del aprendizaje al aire libre. Los niños y niñas pueden moverse, caminar, correr, saltar, escalar o participar en juegos. Esta actividad favorece no solo el desarrollo físico, sino también el mental porque contribuye a eliminar el estrés y a prevenir problemas de salud a largo plazo como la obesidad infantil.
Organizar una clase al aire libre aporta multitud de beneficios, como los que hemos visto, y a los niños y niñas les encantará la idea, pero es necesaria la planificación para que la experiencia sea un éxito y segura para los más pequeños. Las medidas que se pueden tomar para una clase al aire libre son las siguientes:
Para la elección del lugar es importante considerar varios aspectos: las actividades que se desean realizar, la seguridad del lugar para los niños y niñas, el objetivo educativo que se quiere alcanzar, la accesibilidad para niños o niñas, los recursos con los que se cuentan para la actividad y la época del año (para evitar las lluvias o el frío o el calor excesivo).
Una vez establecido todo lo anterior se pueden elegir lugares como: un parque que esté cerca de la escuela, el patio del colegio, un lugar en el campo o un huerto comunitario, por ejemplo. Es recomendable que se analicen varios lugares y se visten antes de ir con los niños y niñas para asegurarse de que no existen riesgos para los pequeños.
Una vez seleccionado el lugar, el siguiente paso consiste en preparar las actividades que se quieren hacer en función del entorno que se haya elegido. Por ejemplo, se pueden hacer actividades como:
Pintar cuadros de paisajes.
Crear obras de arte con elementos naturales como hojas secas o palos.
Hacer experimentos de ciencias.
Observar animales para entender sus costumbres y su función en la naturaleza.
Analizar plantas y su ciclo vital.
Para motivar a los niños y niñas les puedes involucrar en la preparación para que asuman una responsabilidad. Pueden, por ejemplo, estudiar antes sobre el entorno que verán y preparar preguntas sobre los fenómenos naturales que van a estudiar.
Estos dos elementos son esenciales para que la clase al aire libre sea un éxito y se cumplan los objetivos marcados. Las medidas que se deben tomar son las siguientes:
Elegir un transporte seguro si hay que desplazarse a un lugar más lejano.
Contar con la ayuda de varios monitores o profesores si el grupo de niños y niñas es muy numeroso.
Llevar un botiquín con elementos para primeros auxilios.
Pensar en inclemencias climatológicas y llevar elementos como chubasqueros, protección solar etc.
Si hace mucho calor llevar agua para que los niños y niñas estén hidratados.
Preparar la comida si se pasa el día fuera.
Informar a los padres y madres para que los pequeños lleven la ropa y el calzado adecuados para la actividad.
La seguridad es muy importante, por lo que se deben establecer normas claras para los estudiantes antes de salir al aire libre. Los niños y niñas deben saber cuáles son las áreas seguras para explorar libremente y qué comportamientos deben evitar para prevenir accidentes (por ejemplo, si van a una piscina, evitar bañarse si no hay un adulto vigilando).
En definitiva, se trata de que los niños y niñas salgan de detrás del pupitre y disfruten de otro entorno que estimule su creatividad y su aprendizaje. Colabora con Educo si quieres que más niños y niñas accedan a una educación de calidad que les proteja y les ayude a salir de la pobreza.
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