Escuelas "comestibles": ¿los huertos escolares como clave para erradicar el hambre?

En Mali un gran número de niños tiene índices de desnutrición altos. Ante esta situación, desde nuestra ONG Educo creamos huertos escolares en varias comunidades donde se había detectado el problema. Se aumentó la producción de frutas y hortalizas para mejorar la dieta de las familias y que los niños y niñas mejoraran su nutrición.

La técnica utilizamos consigue el uso de poca agua y la inversión de menos esfuerzo. Esto es solo un ejemplo de cómo las huertas escolares pueden ayudar a las familias. En este artículo te contamos cómo contribuyen a erradicar el hambre y aportan beneficios a los niños y niñas, a sus familias y a las comunidades en las que viven.

¿Qué es la desnutrición infantil y qué consecuencias tiene?

Una correcta nutrición de niñas y niñas es esencial para su desarrollo. Sin embargo, en muchos países del mundo la desnutrición infantil es una realidad. Este problema aparece cuando no reciben los nutrientes necesarios para su desarrollo como vitaminas, minerales o proteínas.

La desnutrición puede convertirse en crónica y afectar al crecimiento o suponer una pérdida de peso y de masa muscular. Se suele producir por diversas causas como una dieta baja en nutrientes esenciales, falta de recursos de las familias o enfermedades que afectan al intestino, entre otras.

En este contexto los huertos escolares pueden ser una forma de completar la educación de los niños y niñas y, a la vez, transformar las vidas de sus familias y mejorar la nutrición.

¿Qué es un huerto escolar?

Suele ser un terreno que está dentro de la escuela en el que el alumnado cultiva frutas, verduras, hortalizas y plantas aromáticas. En este tipo de iniciativas pueden participar también los profesores y las familias de los estudiantes. El cultivo se puede hacer de diversas formas, por ejemplo:

• Directamente en el suelo.

• En macetas grandes.

• En bolsas rellenas de tierra que se colocan sobre el suelo.

• Sobre mesas situadas a una determinada altura.

​En Guatemala, llevamos a cabo un proyecto que incluye charlas con las familias sobre cómo mantener una buena alimentación, la preparación de buenos menús en la escuela y el cuidado del huerto escolar, y así conseguimos mejorar la permanencia en la escuela.  

Tanto es así que, en un año que llevamos con el proyecto, las dos escuelas participantes han aumentado en un 10% la asistencia regular de los estudiantes y los resultados de las encuestas sobre salud muestran una reducción del 15% en los casos de desnutrición moderada y un 25% menos de enfermedades gastrointestinales respecto al año anterior.  

Beneficios de las huertas escolares

Las huertas que se realizan en las escuelas aportan numerosos beneficios tanto a los alumnos y alumnas, como a las familias y a las comunidades. Podemos destacar los siguientes:

Aprendizaje sobre el entorno natural

Los más pequeños aprenden a manejar la tierra, a conocer los ciclos naturales, a entender la importancia del agua y del sol. Estos aprendizajes les permiten entender la importancia que tiene la relación entre el ser humano y el medioambiente que le rodea. Desde pequeños los niños y niñas adquieren una conciencia ambiental que les ayudará a ser adultos responsables con nuestro planeta.

Desarrollo de habilidades motrices

Sembrar, cavar, regar o cortar son acciones que ayudarán a niños y niñas a desarrollar habilidades con las manos puesto que es necesario esfuerzo físico, precisión y atención para conseguir frutos.

Adquisición de responsabilidades

Todas las acciones que hemos descrito hacen que los más pequeños se hagan responsables de determinadas tareas y sepan las consecuencias que tienen sus acciones. Por ejemplo, ¿qué ocurre si se te olvida regar el huerto varios días? ¿Y si no recoges los frutos a tiempo? También serán conscientes de lo complejo que puede ser un trabajo y de lo importantes que son los detalles.

Trabajo en equipo

Sin un trabajo de un equipo coordinado, el huerto no funcionará. Así que es fundamental que los estudiantes colaboren entre sí para cumplir tareas como la preparación del terreno, la plantación de semillas y la recolección de los cultivos. Cada uno se puede hacer cargo de una tarea y turnarse para que todos hagan de todo.

Mejora de la nutrición infantil

Uno de los aspectos más importantes de las huertas escolares es su capacidad para mejorar la nutrición infantil en zonas donde el acceso a alimentos frescos y nutritivos es limitado o donde la forma tradicional de cultivar no contempla este tipo de alimentos. Con las huertas mejora notablemente la dieta de niños y niñas y crecerán sanos evitando así la desnutrición crónica y los problemas de salud asociados.

Reducción del hambre

Las huertas escolares garantizan, si se gestiona correctamente, una fuente constante de alimentos frescos, de esta forma ayudan a combatir el hambre de las familias en zonas con bajos recursos. Además, los productos que se obtienen en la huerta se pueden utilizar también en los comedores escolares para que los niños y niñas tengan una alimentación equilibrada en la escuela.

Empoderamiento comunitario

Las huertas escolares benefician también a las familias y a la comunidad en general. Se puede fomentar la participación de los padres y madres, profesorado o vecinos de la zona para que ayuden al mantenimiento del huerto. De esta forma se creará un sentido de pertenencia y de trabajo que grupo que reforzará la unión e impulsará el empoderamiento de las personas.

Transferencia de conocimientos

Los conocimientos sobre cultivo y cuidados de plantas se pueden transmitir de los adultos a los niños y niñas y viceversa. De esta manera se mejora la comunicación y se comparten momentos juntos.

Autonomía

El cultivo de los huertos favorece la autonomía de las familias que, incluso, podrán vender los excedentes y conseguir dinero para la educación de sus hijos e hijas. Esto es, precisamente, lo que ocurrió en Mali donde nuestra ONG Educo dio formación y apoyo a un grupo de mujeres para poner en marcha un huerto. Con los frutos del huerto pudieron comprar material escolar para sus hijos e hijas.



Como consecuencia de todo lo anterior, las huertas escolares representan una solución muy eficaz para mejora la nutrición infantil y ayudar a las familias de lugares más vulnerables a luchar contra el hambre.
El objetivo claro es cambiar vidas y proteger a los más pequeños de las consecuencias de una dieta escasa en nutrientes esenciales.

Si quieres colaborar con nosotros para luchar contra la desnutrición infantil puedes hacerte socio de Educo, hacer una aportación o comprar un regalo solidario como el Pack alimentación que incluye arroz, un kit huerto, una gallina y un pack de asistencia alimentaria. 

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