Tener un pensamiento crítico s traduce en tener la capacidad de crear nuestro propio punto de vista a partir de la información que recibimos. Y esta capacidad conlleva múltiples beneficios, como por ejemplo, ayudarnos a evaluar y analizar las situaciones y es necesario para el desarrollo autónomo de los niños y niñas. Esta capacidad es necesaria para que creen su propia identidad, aparece a lo largo del desarrollo y es especialmente visible en la adolescencia y a partir de ella.
El pensamiento crítico nos ayuda a analizar la información que recibimos, a tomar decisiones de un modo autónomo y construir una personalidad independiente.
Es importante desarrollar el pensamiento crítico durante la infancia pues es una facultad básica para resolver problemas. Les preparará para enfrentarse a muchos momentos de la vida en los que tendrán que tomar decisiones o afrontar con espíritu racional e inteligencia emocional experiencias, información o actitudes propias y de los que le rodean.
Existen muchas formas de desarrollar el pensamiento crítico pero una de ellas es la práctica de la escucha activa. Escuchar a otras personas es necesario y nos invita a reflexionar y aprender sobre la información que recibimos. La escucha activa y el pensamiento crítico van de la mano, pues esta capacidad supone escuchar a los demás, tomar lo positivo, hablar de lo negativo y en base a esa información, tomar decisiones. Escucha activa y pensamiento crítico permitien mejorar la capacidad analítica, la creatividad e incluso la inteligencia emocional, pues la escucha activa es también escucha empática.
La escucha activa contribuye a que los niños y niñas tengan más autonomía intelectual.
Ambas capacidades se relacionan con el aprendizaje dialógico donde, a partir de la pregunta, se produce un pensamiento que es compartido con la comunidad para provocar un intercambio y elaboración de conocimiento nuevo. Se fomenta así el pensamiento crítico, cuidadoso y creativo. Además, son capacidades que colaboran en la inclusión, promueven la diversidad y el respeto, pues se sustentan en la observación, la detección de necesidades y la devolución o creación de conocimiento que enrique a todas las personas implicadas, sin juicios, desde la empatía y el respeto.
Promover la escucha activa y el pensamiento crítico es ayudar a niños, niñas y adolescentes a construir una personalidad independiente, a mejorar la toma de decisiones y trabajar la empatía y el respeto.
Derechos de imagen: Annie Spratt en Stockio
educación , escucha activa , España , Infancia , pensamiento crítico
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El artículo está genial! Es justo lo que nos dijo el otro día nuestra terapeuta. Tenemos una hija adolescente y le cuesta mucho ser independiente, socializar, estar bien en ambientes distintos. Al principio pensamos que eran cosas de la edad, pero al ver que esa situación no cambiaba, y que se acerca a los 18, decidimos acudir a una psicoterapeuta de familia. LLevamos en total sobre tres meses, uno de forma online, y notamos ciertas mejoras en ella. Todavía estamos a la espera de que vaya a la universidad el próximo curso, para ver si los resultados han sido completamente satisfactorios, pero, por el momento, la chica está mucho mejor. Os dejo, como agradecimiento a nuestra terapeuta, su web. Por si os apetece echarle un vistazo si consideráis que os puede ayudar https://cristinarocafortpsicologa.com/terapia-familiar-zaragoza/