Los niños y niñas tienen mucho que contar, ¿los escuchamos?

Cuando el pasado mes de mayo la joven Lucía de 16 años recibió en su casa de la Paz, Bolivia, una solicitud para participar en nuestra encuesta La escuela está cerrada, ¡pero el aprendizaje, no!, no se lo pensó dos veces a la hora de animar a su hermano menor Santiago a que él también respondiera. Queríamos saber cómo se sintieron durante los meses más duros de la pandemia de la COVID-19.  

Lucía no estaba contenta con las medidas de distanciamiento social de Bolivia, porque significaba que no podían ir a la escuela ni hacer ninguna de sus actividades habituales. Ella sabía muy bien que Santiago lo estaba pasando peor que ella, y esta era una oportunidad para que él expresara cómo se sentía. 

Lucía y Santiago viven con su madre, que vende fruta en un mercado cerca de su casa en La Paz. Son dos de los participantes en un proyecto del gobierno local, apoyado por Educo, que promueve el desarrollo integral de los niños, incluyendo habilidades para la vida como el reconocimiento y la expresión de emociones y la mejora de las habilidades matemáticas. 

Nuestra encuesta les permitiría dar su opinión sobre lo que se estaban perdiendo, cuáles eran sus mayores preocupaciones, si sentían que había algo positivo en la situación, cómo pensaban que sería el futuro después de la pandemia y, (¡la parte favorita de Lucía!), les daría la oportunidad de enviar su propio mensaje a otros niños de todo el mundo.  

Al igual que los demás participantes en la encuesta, Lucía y Santiago respondieron a través de un formulario en línea, ya que era la única opción viable que garantizaba la seguridad tanto de los encuestados como los que realizaban las encuestas. Tres meses después de responder a las preguntas, Lucía recibe los resultados y busca a su hermano para ponerlos en común y comentarlos:  

 - ¡Santiagoooo! ... Los resultados de la encuesta que respondimos ya están. Tengo el enlace para leerlos. 

 - ¿Y pusieron lo que dijimos, Lucía? 

 - Sí, incluso pusieron el mensaje que yo envié, pero leamos despacio. 

 - ¿Por qué es Bolivia el primer país que mencionan? 

 - Porque fuimos el país que envió más respuestas. Genial, ¿no? 

 - Claro, y hay respuestas de lugares de los que no sé mucho... ¿Dónde están Mali y Bangladesh? 

 - Podemos buscarlos más tarde en Internet, sigamos leyendo los resultados. Hay un poco más de respuestas de chicas que de chicos, y los de tu edad fueron los que más respondieron. ¿Ves lo importante que fue que participaras? 

 - Sí, no sabía que mi opinión era tan importante, la gente no suele preguntarnos lo que pensamos. 

 - Las respuestas muestran que los niños extrañan ir a la escuela, al igual que nosotros. Parece que las escuelas cerraron en otros lugares también, pero los niños tenían clases en línea, lo que no podíamos hacer aquí en Bolivia. 

- Quiero volver a la escuela, ¡también jugábamos al fútbol allí! 

- Todos los niños en la encuesta extrañan poder salir de la casa, jugar afuera, ir a la iglesia o a la mezquita, también están preocupados por enfermarse de coronavirus y porque sus familias no tengan suficiente dinero... 

- Es bueno que mamá haya podido volver a vender cosas en el mercado antes de que el dinero del gobierno se agotara. 

- Pero es una lástima que no nos dejen ir a ayudarla, y es una lástima que no todas las familias hayan tenido ayuda en esta situación...  

- Lucía, lo peor sería que nos enfermáramos. 

- Sí, aquí dice que los chicos son los que más se preocupan por enfermarse, pero veamos qué se dijo sobre el lado positivo de esta situación. En otros lugares también piensan que ha sido bueno poder pasar más tiempo en casa y con la familia. 

- Pero yo quiero poder volver a salir como antes.  

- No estoy seguro de que eso suceda pronto, y eso es lo que la mayoría de los niños en la encuesta piensan también. 

- Pero también hay muchos niños que piensan que su vida será mejor en el futuro, aunque yo no estoy tan segura de eso. 

- ¡Leamos algunos de los mensajes que han enviado! Es como dice el informe, cuando los lees te das cuenta de que no todo es tan malo. 

- ¡Y aquí está tu mensaje! "Protéjanse del coronavirus. Mientras el coronavirus esté presente, los niños no deben salir de casa. Quiero que cuiden del planeta y de los animales porque ellos también tienen miedo". 

- Este chico de Bolivia dijo que aprendió a cocinar. ¿Ves lo bueno que es saber cocinar, y así es como ayudamos a mamá? 

- Este mensaje es el título del informe: ¡Las escuelas están cerradas, pero el aprendizaje no! ¡El niño de Bangladesh que lo envió debe estar feliz! Quiero ver dónde está Bangladesh, ¿crees que también juegan al fútbol?  

- Bien Santiago, dejemos el informe y busquemos información sobre Bangladesh. ¿Te das cuenta de por qué ese chico dijo que el aprendizaje sigue? Ojalá que también lo sigan haciendo los adultos, ¡y estén aprendiendo lo importante que es tener en cuenta nuestras opiniones para que las cosas puedan ser mejores en el futuro! 

Este diálogo ficticio entre dos niños que participaron en la encuesta podría haber tenido lugar en cualquiera de los países en los que trabajamos de América, África, Europa y Asia. Por eso, para nosotros es tan importante la rendición de cuentas. Conversaciones como esta demuestran la importancia de escuchar y tener siempre en cuenta las opiniones de los niños en todos los aspectos que afectan a sus vidas, y muestran que, en tiempos de crisis, es crucial seguir haciéndolo. 

Las palabras de Lucía y Santiago nos animan a seguir priorizando nuestro compromiso de escuchar a los niños, no solo sus opiniones sobre las cosas que pueden o se deben mejorar, sino también sus sentimientos, deseos y aspiraciones, así como su actitud positiva y su energía, que podemos capitalizar en estos tiempos difíciles. Todo esto debe ayudarnos a mejorar nuestros programas en terreno y a seguir realizando nuestra misión: trabajar con los niños y niñas y sus comunidades para promover sociedades justas y equitativas que garanticen sus derechos y su bienestar. 

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