Cuando la realidad supera la ficción

Historias de niños que se desmayan en clase porque no han comido. Historias de familias que no pueden dar tres comidas diarias a sus hijos, que no les llega para comprar leche, huevos, carne o verdura y tratan de dejarlos llenos con lo que pueden: pan, pasta, arroz. Historias de alumnos que van al colegio con la misma ropa día tras día. Historias de padres que hacen las papillas de sus bebés con agua porque no pueden permitirse la leche.

Historias que hace unos años creíamos lejanas ahora nos hablan de nuestros vecinos, de los compañeros de clase de nuestros hijos, incluso de nuestros familiares.

No podíamos, ni queríamos, quedarnos ajenos. Y de estas historias surge la necesidad de pensar en qué podemos contribuir y cómo hacemos un llamamiento a la sociedad a través de un spot que refleje una realidad con la que se pueda identificar la mayoría de la gente: una escena cotidiana, una madre en la cocina, una niña que pregunta mamá qué hay hoy para cenar, una madre que inventa una historia porque lo único que puede darle es pan, pan con pan, la desesperación que contrasta con la inocencia de la niña.

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Cambio Social , Cooperación