Ya hemos comentado en otras ocasiones que la ciencia está cada vez más interesada en conocer cómo
los distintos estilos de crianza y los comportamientos de los padres afectan a la salud de los hijos. Los pediatras ya saben que los padres podemos actuar como amortiguadores de muchos de los acontecimientos adversos que suceden en la infancia, disminuyendo el efecto pernicioso del estrés y por tanto aumentando la salud.
A veces la infancia es dura aunque los mayores a veces creamos que los niños no tienen problemas o que lo aguantan todo, pero no es verdad. Durante la infancia se construyen los cimientos para toda la vida adulta, y por eso proteger la salud de los niños es fundamental para asegurarnos que las nuevas generaciones estarán sanas. Desgraciadamente hay un montón de factores que no están bajo nuestro control, pero sí que podemos ayudar.
Los pediatras saben que el comportamiento o la respuesta de los padres es clave en la salud de los hijos y, a diferencia de otros factores, se puede modificar. Así lo explican en una de los artículos de la revista
Pediatrics del pasado mes de enero:
asegurarse una respuesta eficaz por parte de los padres a la hora de atender las demandas de los hijos es uno de los parámetros que más pueden hacer por mejorar la salud de los niños, a pesar de que hasta la fecha esto se haya subestimado.
Los padres somos importantes en la salud de los hijos. Dicho así parece de perogrullo, pero si nos paramos a analizarlo es mucho más complicado de lo que parece. Atender o no el llanto de un bebé puede ser por tanto un factor de protección frente al estrés. Y si un bebé llora ¿cual creéis que es la respuesta más efectiva?
Padres bien preparados
Los niños no vienen con manual de instrucciones, por suerte, porque el manual de instrucciones son ellos. Tras años de estudiar cómo los diferentes estilos de crianza afectan a nuestros hijos los pediatras, los psicólogos, los educadores y otros profesionales relacionados con la infancia han llegado a la conclusión de que mejorar las habilidades parentales puede ser una gran inversión en salud, no sólo a corto plazo.
¿Cómo se mejoran esas habilidades?
Entender que
los niños y todos los seres humanos tienen necesidades emocionales relacionadas con el hecho de que el hombre es un animal social, que vive en grupos, es, en nuestra opinión, uno de los primeros pasos para convertirnos en los mejores padres. Informarse sobre desarrollo infantil es el segundo paso para aprender a ser padres preparador para casi todo. Pero como padres que somos sabemos que a la larga ni pediatras, ni gurús, ni blogs, ni libros: para ser el mejor padre para tu hijo sólo tienes que escuchar a tu hijo.
Los niños lo dicen todo, sólo hay que saber interpretarlo. ¿Llora tu hijo? Eso es que te está llamando, ve con él, es así de fácil.
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Ian D. Keating.
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